La construcción de una mayoría diferente
1. Si tuviera que seleccionar el más nocivo de los distintos males que aquejan a la vida pública en América Latina eligiría el mal manejo de los tiempos políticos. La búsqueda de salidas fáciles y de fugas hacia adelante y sobre todo la ceguera política, dañan enormemente las posibilidades de enfocar la acción pública hacia cuestiones sustantivas.
2. Esto es más claro en un contexto de cambios y reformas cuando el factor tiempo se vuelve la variable estratégica en su secuencia e implantación . En esas circunstancias la acción política está indisolublemente ligada con la elección de los tiempos. Acciones prematuras, acciones a tiempo, acciones postergadas, acciones para ganar tiempo, acciones de última hora.
3. Las 14 elecciones que han ocurrido y ocurrirán en el lapso que va desde mediados del año pasado hasta finales del presente año habrán sin duda establecido el nuevo paisaje político en América Latina. Esta es al mismo tiempo la región más desigual del mundo y aquélla en la cual las elites políticas y económicas apostaron en grande a las reformas estructurales articuladas alrededor de la apertura comercial, la privatización de empresas estatales y la desregulación. Como es ahora evidente esa apuesta la perdieron en grande las elites políticas. Y aunque se fortalecieron de manera desorbitada algunos segmentos de las elites económicas dando origen a varios consorcios trasnacionales, es previsible también una derrota contundente de las expresiones más ortodoxas de la política económica que las favoreció.
4. Es probable que el largo periodo de 20 años de las reformas estructurales en América Latina pase como uno más de los intentos fallidos de modernización. Las lecciones por si fuera necesario repetirlas -dado que en todos los intentos de modernización en América Latina han estado presentes- son tres. Las reformas modernizadoras no pueden ser hechas en contra de la sociedad sino con su concurso. Las reformas modernizadoras no pueden ser homogeneizadoras sino deben partir justamente del respeto y fomento a la diversidad cultural y a la pluralidad social. Las reformas modernizadoras deben atender sobretodo a los dilemas que plantea la desigualdad a partir del ejercicio de la libertad y el espíritu de innovación.
5. La manera cómo se implantaron las reformas estructurales y el tipo de reformas que se escogieron: privatizaciones antes que garantizar mercados competitivos, inercias autoritarias en vez de participación ciudadana y acuerdos cupulares en vez de instituciones formales, transportaba en su seno las agudizaciones de conflictos no resueltos como la aplicación pareja de la ley, el acceso a la justicia, la poca claridad de los derechos de propiedad y sobre todo una sensación de frustación y rabia social ante la impunidad de los poderosos.
6. Es claro que lo que ha estado en juego en estos años ha sido la renovación de la clase política. Las elecciones latinoamericanas de manera más o menos sólida y más o menos transparente seguramente expresarán esto. En algunos países emerge através de opciones nítidas: oligarquías-plebeyos, o más frecuentemente partidos tradicionales versus nuevas coaliciones políticas. Lo que es común es la fragilidad de los acuerdos políticos con los que han concluidos algunos procesos electorales aun en países con una larga institucionalidad democrática como Costa Rica. Bajo el término populista en cambio se generalizan fenómenos bastantes disímiles como los regímenes de Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia, Kirchner en Argentina y quizás pronto en Perú.
7. Lo que es indudable es una amplia movilización popular que en ocasiones ha coincidido con una expresión electoral. Con Lula en Brasil, Bachelet en Chile y Hugo Chávez en Venezuela tres regímenes de izquierda esencialmente distintos en su composición social, en su programa de gobierno y en su solidez institucional una cosa si es común. Depende de la respuesta de las fuerzas de derecha el itinerario político que se sigue. Las diferencias no están por tanto solo en la naturaleza de las coaliciones políticas mismas sino en las respuestas de sus adversarios políticos. No es lo mismo el itinerario político que se habría seguido en Venezuela de no haber mediado un intento abortado de golpe de Estado; al arreglo político que se generó en Brasil fuera de los cauces institucionales con grave daño al sistema de partidos o a la renovación de la Concertación en Chile después de un relevo presidencial netamente institucionalizado.
8. Para las elecciones en México varios temas son importantes. Coinciden en un mismo espacio tres tipos de contradicciones.La primera, derivada de la profunda desigualdad, entre las oligarquías sobretodo financieras y los "nuevos plebeyos" en los sectores populares. La segunda entre la vieja clase política y las elites políticas emergentes sobretodo desde las regiones. La tercera entre las coaliciones sociales volcadas hacia la administración de privilegios y franjas de ilegalidad, y las coaliciones ciudadanas que claman por transparencia, alto a la impunidad y seguridad pública.
9. Aunque hay muchos vasos comunicantes entre opciones en los tres niveles de contradicción el verdadero tema es cómo construir desde el combate a la desigualdad, a la ilegalidad y a las viejas formas de hacer política una nueva mayoría. Es decir,una mayoría diferente a aquella que gobernó por 50 años y que se disipó en las años ochenta con el inicio de las reformas estructurales. También una mayoría diferente a aquélla, más bien virtual, que se insinuó desde 1988 y sobretodo en las elecciones del 2000 pero que nunca cuajó. Se trata en breve, de una mayoría alternativa para gobernar la pluralidad.