Las mujeres fueron sorprendidas comiendo pollo, dice
Niega Carmona Prantl que los presos estén en huelga de hambre
Almoloya de Juárez, Méx., 2 de junio. Alejandro Carmona Prantl, director de Readaptación Social del estado de México, negó que las 28 personas encarceladas en el penal de Santiaguito, tras los operativos policiacos del pasado 4 de mayo en San Salvador Atenco, se encuentren en huelga de hambre.
Carmona Prantl señaló que inclusive personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos sorprendió en una ocasión a las mujeres de este grupo de detenidos comiendo pollo que familiares habían llevado al centro penitenciario.
"Imagínense qué persona aguanta una huelga de hambre de 25 días. Ninguna. Ya se nos hubieran muerto, pero antes de eso les hubiéramos prestado la atención médica necesaria", dijo en entrevista el responsable del sistema penitenciario mexiquense.
Aseguró que la protesta de los 28 encarcelados en Santiaguito se reduce a no ingerir alimentos que se preparan en el penal. "Ellos han argumentado que no comerán de nuestra comida por dignidad, pero diariamente sus familiares ingresan fruta, agua, miel y amaranto, entre otros víveres".
El funcionario estatal también descartó que la atención médica en el penal sea deficiente, como recientemente informaron activistas, y que algunas de las 29 personas detenidas requieran hospitalización.
"Ninguno de nuestros médicos nos ha reportado esta necesidad. No hay riesgo para ninguno de los detenidos, ni siquiera presentan alguna enfermedad, salvo el caso de Arnulfo Pacheco, quien se encuentra en la enfermería, donde se le atiende como se requiere. Nosotros somos los más interesados en que a nadie le pase nada aquí adentro", dijo.
Sobre las versiones de que habían mezclado a los hombres detenidos en Atenco con la población de sentenciados, Carmona Prantl rechazó la versión y señaló que, como al resto de los internos, se les deja estar en los pasillos.
"Los internos de Atenco no están mezclados con la población general. Ellos se ubican en el área de ingreso y sólo hacen fajina, porque esta actividad es obligatoria por reglamento", indicó.
Por último, el director estatal de Readaptación Social sostuvo que habla personalmente con los detenidos por lo menos una vez a la semana, y hasta el momento no le han expresado queja alguna, salvo la descompostura de los teléfonos públicos del centro penitenciario.