Creció gasto corriente a 109 mil mdd; estancada, inversión pública
Ingresos netos por 270 mil millones de dólares en este gobierno: BdeM
La economía mexicana nunca dispuso de tantas divisas como en el sexenio de Vicente Fox, periodo que, aun con la abundancia de recursos, muestra el peor desempeño de los pasados 20 años.
Entre diciembre de 2000 y el primer trimestre de 2006 ingresaron al país por exportación de petróleo, remesas, inversión extranjera y turismo recursos por 270 mil millones de dólares, una cantidad de divisas que triplica la deuda externa del sector público.
Pero tal auge se fue por las cañerías del aparato gubernamental, el gasto corriente del gobierno federal creció en 40 mil millones de dólares entre 2000 y 2005, hasta alcanzar 109 mil millones; mientras que la inversión física gubernamental se mantuvo estancada en 7 mil millones de dólares anuales.
Informes de seguimiento del Banco de México (BdeM) y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) indican que la abundancia de divisas no se reflejó en un mayor crecimiento económico, el cual promedia una tasa menor a la mitad respecto de la registrada en cada uno de los dos sexenios anteriores; en tanto, el desempleo abierto registró una elevación de 153 por ciento e incorporó a casi un millón de personas más a las filas de la desocupación.
En promedio anual, la tasa de crecimiento de la economía mexicana en el gobierno del presidente Fox es de 1.88 por ciento, la cual contrasta con la expansión de 3.5 por ciento registrada en la administración del ex presidente Ernesto Zedillo y la de 3.9 por ciento del periodo de Carlos Salinas.
Prácticamente, la abundancia de divisas proveniente de la exportación petrolera se diluyó en el gasto corriente.
Según informes del banco central, el pago de impuestos, derechos y aprovechamientos aplicados a la industria petrolera nacional representó ingresos por 197 mil 300 millones de dólares, entre el inicio de esta administración y abril de 2006. Esa cantidad representó 73.4 por ciento de la disponibilidad total de las divisas ingresadas a la economía mexicana en el mismo periodo.
Pero una proporción cada vez mayor de los recursos petroleros se destinó al gasto corriente.
La riqueza petrolera, insospechada al inicio de este gobierno, se diluyó sin bienestar social para la población mexicana. La balanza comercial petrolera aportó 84 mil 178 millones de dólares deglutidos por el gobierno federal, a través de una política impositiva superior, incluso, a las ganancias de Petróleos Mexicanos.