Reitera Evo Morales disposición al diálogo en Santa Cruz
No se tolerará la violencia por la reforma agraria: gobierno boliviano
Ampliar la imagen Evo Morales jugó ayer una cascarita en la plaza Murillo, en La Paz. El presidente boliviano fue invitado a la inauguración del próximo mundial de futbol en Alemania Foto: Reuters
La Paz, 31 de mayo. El gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, advirtió hoy que conjurará cualquier foco de violencia que se suscite como resultado de la reforma agraria que se propone impulsar, y calificó de "delincuenciales" a los comités de defensa de empresarios del campo.
En tanto, la embajada estadunidense en La Paz calificó de "acusaciones sin fundamento" las denuncias formuladas por Morales, quien acusó a Washington de haber organizado equipos para perseguirlo y matarlo.
El mandatario también había dicho, la noche del martes, que no son "ninguna mentira" las denuncias de conspiración contra su gobierno emitidas por su par venezolano Hugo Chávez, luego de que en días pasados George W. Bush afirmara que las democracias en Bolivia y Venezuela sufrían una "erosión".
Al respecto, la embajada insistió en que sigue apoyando "de manera consistente la democracia en Bolivia". Añadió que buscaba "una relación constructiva" con base en los principios de "dignidad, respeto mutuo e intereses comunes".
El viceministro boliviano de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, afirmó por su parte que el gobierno no puede aceptar pronunciamientos de agricultores y llamó a los comités de defensa "ilegales, inconstitucionales y en el umbral de lo delincuencial".
Puntualizó que "el uso exclusivo de la fuerza pública es atribución de las autoridades y no pueden conformarse grupos violentos organizados por propietarios", en respuesta al anuncio de la víspera de empresarios de Santa Cruz, de crear tales comités para defender "con todos los medios a nuestro alcance" las tierras.
Morales reiteró su disposición a entablar un diálogo directo con esos agricultores de la rica región de Santa Cruz, tal como lo reclamó el líder de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Carlos Rojas.
En tanto, el gobierno pospuso nuevamente su decisión de concesionar el Mutún, uno de los yacimientos de hierro más ricos del mundo.
La petrolera francesa Total informó que no considera la posibilidad de retirarse de Bolivia, luego que el gobierno nacionalizó los energéticos. Sin embargo, admitió que mantiene congeladas sus inversiones en el país andino.
De su lado, la brasileña Petrobras rechazó las acusaciones del presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Jorge Alvarado, de que estaría "saboteando" a Bolivia con la interrupción en el suministro de diesel. "La acusación no corresponde a la realidad", afirmó.