Usted está aquí: miércoles 31 de mayo de 2006 Economía Insta Banco Mundial distribuir mejor los frutos del crecimiento

Se mantenderán condiciones económicas favorables

Insta Banco Mundial distribuir mejor los frutos del crecimiento

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

En medio de la ola electoral que cruza América Latina, el Banco Mundial emitió hoy un reporte en el que afirmó que los inversionistas no deben esperar grandes sorpresas del proceso político en la región.

El organismo multilateral consideró que este año se mantendrán condiciones económicas favorables para Latinoamérica, entre ellas los altos precios de los energéticos y el flujo de capitales, aunque mencionó que las acciones de los gobiernos "deben asegurarse de que haya una distribución más equitativa de los frutos del crecimiento".

El organismo consideró que "las elecciones presidenciales en siete países latinoamericanos en 2006 no se anticipa que resulten en un significativo cambio de políticas macroeconómicas, ya sea porque se espera que los gobiernos se mantengan o porque existe un consenso general en las actuales políticas".

En el reporte Flujos mundiales de financiamiento para el desarrollo 2006, el organismo consideró que América Latina y el Caribe enfrentarán este año un entorno "relativamente benigno". No obstante, añadió, no debe haber espacio para la complacencia. "La recuperación es demasiado reciente para indicar un cambio en las tendencias de largo plazo, particularmente dado que la actual coyuntura es altamente favorable, tanto en términos de los elevados precios de las materias primas y la liquidez en los mercados de capital".

El producto interno bruto (PIB) de la región creció 4.4 por ciento en 2005, un desempeño substancialmente menor del 6 por ciento logrado en 2004, según la apreciación del organismo. Para 2006 anticipó un repunte de 4.6 por ciento y de 4 por ciento en 2007.

"Visto en perspectiva histórica, las perspectivas para la región son buenas", añadió. Se espera un fuerte crecimiento de la economía mundial que mantendrá la demanda de las exportaciones de la región, así como los altos precios de materias primas como el petróleo, cobre y por ende se anticipan aumentos en la demanda doméstica, opinó el Banco Mundial en el informe.

Las condiciones favorables, argumenta, pueden deteriorarse. Sacar provecho del reciente buen desempeño, añadió el organismo, requiere un sustancial avance en reformas: "mejorar el clima de inversión, consolidar las finanzas públicas y asegurar una más equitativa distribución de los frutos del alto crecimiento".

En el reporte distribuido ayer, el organismo dio a conocer que el flujo neto de capitales privados hacia los países en desarrollo alcanzó 491 mil millones de dólares en 2005, cantidad que no tenía precedente y que, en términos comparativos, equivale a 59 por ciento del producto interno bruto de un país como México (830 mil millones de dólares).

El movimiento de capitales hacia los países en desarrollo, de acuerdo con el Banco Mundial, fue impulsado por privatizaciones, fusiones y adquisiciones y el refinanciamiento de la deuda externa.

En este último tema, el refinanciamiento de la deuda externa pública, México fue uno de los protagonistas el año pasado, indicó el Banco Mundial.

Los gobiernos de la región, puntualiza el reporte, han tomado ventaja de las bajas tasas de interés para refinanciar sus obligaciones, al retirar del mercado los créditos más onerosos, extender los plazos de vencimiento y prefinanciando futuros vencimientos.

La última de estas iniciativas, añadió, ocurrió en febrero de 2006 cuando Brasil, Colombia, México y Venezuela recompraron alrededor de 33 mil millones de dólares en deuda externa.

Flujos de capital apenas beneficiaron a los más países pobres del planeta

Los inversionistas acudieron en masa en 2005 hacia los países en desarrollo, donde se benefician de rendimientos más elevados que en los países ricos, aunque este flujo apenas benefició a las economías más desfavorecidas, según un informe del Banco Mundial (BM) divulgado en Tokio, Japón.

Las inversiones en los países emergentes llegaron el año pasado a la suma récord de 491 mil millones de dólares, gracias al fuerte crecimiento económico de estos Estados, a la mejora de su reputación como deudores, y a una serie de atractivas privatizaciones, revela el documento divulgado el martes en Tokio, durante una conferencia anual del BM.

Una cuarta parte de estas inversiones procede de los propios países emergentes. Pero este maná de dinero privado benefició sobre todo a un "club de estrellas", integrado por países con ingresos medios y considerados buenos pagadores, como Chile, México, China, Turquía, Hungría, Malasia o Tailandia.

En cambio, benefició muy poco a los países más pobres del planeta, especialmente los del Africa subsahariana, que siguen dependiendo de la ayuda de las instituciones públicas para intentar reactivar su economía.

El marcado incremento de los flujos privados hacia países en desarrollo se produjo a pesar de los elevados precios del petróleo, la tendencia al alza de las tasas de interés globales y los crecientes desequilibrios globales en cuenta corriente, dijo el informe.

En 2005, los países en desarrollo obtuvieron sumas sin precedentes en el mercado de obligaciones: 131 mil millones de dólares contra 102 mil millones en 2004.

El flujo de capital hacia esos países se duplicó en dos años (192 mil millones contra 85 mil millones en 2003) debido a "una abundante liquidez mundial, a la creciente mejora de calificación crediticia de los países en desarrollo", pero también a "la disminución de los rendimientos en los países ricos", explica el BM.

(Con información de Afp y Reuters).

 
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