Cuba: el hito de los bonos
La aceptación internacional de la deuda externa del banco central representa una nueva dirección en las finanzas de la isla
Ampliar la imagen Vista de la histórica Plaza Vieja en la vieja Habana Foto: Ap
El Banco Central de Cuba (BCC) ha obtenido que sus bonos de deuda sean admitidos en la lista del mercado de valores de Londres. Los bonos, con vencimiento a un año y con un valor de 400 millones de euros, tienen una tasa de interés de 7%. La deuda fue emitida a los bancos gubernamentales cubanos y a algunas instituciones internacionales que operaron en Cuba, entre diciembre de 2005 y febrero de 2006. Como todavía tienen que ser negociados, carecen de precio de mercado. De acuerdo con el banco, la emisión implica la restructuración de la deuda que el BCC mantiene con los bancos, aunque las especificaciones de la admisión no proporcionan más detalles.
La emisión de los bonos de deuda y su posterior listado forman parte de un esfuerzo continuo por restructurar las finanzas cubanas. Desde su creación en 1997, el BCC ha trabajado en reordenar el sistema financiero y reforzar la supervisión, regulación y control. Por lo tanto, la restructuración de la deuda del banco en divisas duras puede verse como continuación de una serie de medidas tomadas durante los pasados 18 meses para centralizar y formalizar el mercado crediticio cubano.
La aceptación de la deuda en Londres está diseñada también para incrementar la disponibilidad del financiamiento en Cuba y reducir su costo, y marca un hito importante en los esfuerzos por obtener acceso a los mercados internacionales. Desde entonces, esto ha coincidido con un mejoramiento sostenido de la tasa de cambio cubana.
Las autoridades permanecen firmes en su rechazo a revelar el nivel de las reservas internacionales, pero éstas, al parecer, se han incrementado durante los dos años pasados. Los informes de un continuado y sólido crecimiento de los ingresos (en particular de la exportación de servicios), nuevas fuentes de financiamiento externo y la restructuración de la deuda sugieren que las agudas dificultades financieras experimentadas durante más de una década (después del derrumbe del bloque soviético en 1990-91) han quedado atrás.
La maniobra podría haber sido diseñada para fortalecer el peso cubano y preparar una eventual unificación de la tasa de cambio. En la actualidad existen dos monedas en circulación: el peso cubano, que se usa para salarios y transacciones de la administración estatal y de las empresas locales, y el peso convertible, que se usa en el sector de "moneda dura" que vende bienes considerados como no básicos, así como para las transacciones entre empresas que participan en el mercado internacional. La tasa oficial de cambio, que se aplica en las cuentas empresariales y gubernamentales, es de un peso cubano por un peso convertible; la tasa de cambio extraoficial, pero legal, usada en las transacciones personales, es de 4 pesos cubanos por un peso convertible. Las autoridades cubanas no consideran que existan condiciones para la unificación, medida que podría tener un impacto económico y social negativo. Pero cuando sea tiempo, el acceso a los mercados financieros internacionales podría ser de mucha ayuda.
Resultados mixtos
Aunque la emisión y listado de los bonos de deuda marcan un importante progreso para el BCC, el grado de éxito en alcanzar sus objetivos es todavía dudoso. En la economía local, la actual campaña contra la corrupción y otras formas de delitos contra la economía ha expuesto una larga escala de falsas contabilidades, demostrando que el saneamiento del sistema financiero es sólo parte de una tarea mucho mayor.
A pesar de que el reciente protocolo de pagos del BCC es bueno, el crédito en Cuba es todavía visto con desconfianza porque las deudas del país provienen de una moratoria de 1986 y su falta de transparencia (esas deudas no son reconocidas por el banco central, sino por una institución estatal independiente, el Banco Nacional de Cuba). Hasta que la deuda sea negociada, no estará claro en qué medida la operación ha contribuido a persuadir a los mercados financieros de que el riesgo de moratoria ha disminuido.
No hay duda, sin embargo, de que el nuevo escenario marca un paso importante hacia la obtención de un objetivo estratégico. El que no se haya hecho un anuncio público oficial cuando la deuda fue emitida o aceptada por el mercado de valores de Londres sugiere que el principal propósito de las autoridades es sentar las bases para proyectos a largo plazo, más que esperar beneficios inmediatos en los mercados locales e internacionales.
FUENTE: EIU/INFO-E
Traducción de textos: Jorge Anaya