Experimentar con organismos artificiales, peligro para el planeta, dice especialista
Urge regular el desarrollo de la biología sintética: expertos y ambientalistas
Las posibilidades de abuso o desastres involuntarios serían enormes: Nature
Una coalición de 38 organizaciones internacionales, entre ambientalistas, científicos y sindicalistas, llamaron a un debate público urgente sobre la biología sintética y rechazaron la autorregulación que proponen especialistas en esta rama, quienes pugnan por la construcción de vidas artificiales.
Del 20 al 22 de mayo pasado un grupo de biólogos se reunieron en Berkeley, California, en la conferencia Synthetic Biology, con el fin de llamar a un código voluntario de conducta que autorregule su trabajo.
Jim Thomas, de ETC Group, dijo que los investigadores que participaron en ese encuentro reconocieron los peligros que conlleva la biología sintética en manos equivocadas, "pero ingenuamente soslayan la posibilidad -o la probabilidad- de que miembros de su propia comunidad no sean capaces de controlar o predecir el comportamiento de esta biología o sus consecuencias sociales".
Sue Mayer, de la agrupación británica GeneWatch, expresó que los científicos actúan como juez y parte, "situación inadmisible", porque "las implicaciones sociales, ambientales y para el desarrollo de armas biológicas son muy graves para dejarlas en manos de científicos que pueden tener buenas intenciones, pero no dejan de tener intereses específicos. Se requiere un debate público incluyente, y a partir de éste definir políticas y regulaciones".
El documento señala que en los pasados años, los biólogos que investigan cómo rescribir el código genético, han demostrado que pueden construir nuevos virus, y actualmente están en el desarrollo de formas de vida artificial.
Un ejemplo es que en octubre de 2005, los biólogos del Center for Disease Control de Estados Unidos recrearon el virus de la gripe española de 1918 que mató entre 50 y 100 millones de personas, mientras que en abril, científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison desarrollaron una nueva versión de la bacteria Escherichia coli.
Agregaron que el magnate de la genómica, Craig Venter, cuya anterior empresa, Celera, encabezó la competencia comercial sobre la secuencia del genoma humano, ahora lidera la empresa Synthetic Genomics, que pretende comercializar microbios artificiales para usarlos en la producción de energía, agricultura y remediación de cambio climático. Se trata de una de las 40 empresas de biología sintética de genes y construye ADN artificial.
A su vez, Doreen Stabinsky consideró que "experimentar con organismos vivos nuevos y artificiales, que podrían liberarse al ambiente, significa una enorme amenaza a la bioseguridad de la gente y del planeta".
Inclusive la revista científica Nature, en octubre de 2004, advirtió que "si en verdad los biólogos están en el umbral de sintetizar nuevas formas de vida, las posibilidades de abuso o desastres involuntarios podrían ser enormes". En la declaración la organización señala que retomar una declaración como la de Asilonar, formulada en 1975 y donde los científicos determinaron el autogobierno en la ingeniería genética, podría tener las mismas consecuencias: retrasar el desarrollo de una regulación gubernamental apropiada y evitar una discusión sobre los impactos socioeconómicos.
Entre las organizaciones firmantes están Acción Ecológica de Ecuador, Amigos de la Tierra Internacional, Greenpeace, ETC Group y el Instituto Polaris.