Editorial
Fobaproa, mentiras y propaganda
En los días recientes, el gobierno federal ha lanzado una campaña para cerrar el tema del Fobaproa. De acuerdo con dos desplegados publicados en varios diarios de circulación nacional por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB), el rescate bancario fue una medida para proteger a todos los ahorradores. Este instrumento, señaló la SHCP, permitió que 14.7 millones de cuentahabientes no perdieran sus ahorros. Por tanto, para estas dependencias el tema es una discusión concluida.
Sin embargo, esta ofensiva propagandística del gobierno parece forzada, emprendida únicamente para limpiar la imagen de Felipe Calderón Hinojosa, candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), señalado de haber avalado el Fobaproa.
Por otra parte, lejos de pasar al olvido, como pretenden la Presidencia y el cuartel general de campaña del PAN, el tema sigue vigente y con muchos puntos oscuros pendientes de resolver. Apenas si es necesario recordar que en el Senado se han abierto nuevas investigaciones, los cuales han arrojado datos contundentes sobre el megafraude bancario.
Mario Di Costanzo, asesor de la comisión senatorial encargada del tema, señaló que el costo del saneamiento financiero se disparó debido a la protección que recibieron los banqueros y grandes ahorradores, y no los pequeños cuentahabientes, como quiere hacer creer la propaganda oficial.
El especialista explicó que, en el momento de la crisis, en diciembre de 1994, nueve de cada 10 cuentas tenían un saldo menor a 10 mil pesos; rescatarlas habría tenido un costo de 56 mil 25 millones de pesos, es decir, apenas 4 por ciento del total de la operación de salvamento.
"Cómo fue posible que 56 mil 25 millones de pesos, que representaban 90 por ciento de las cuentas del sistema, se convirtieron en una deuda de un billón 320 mil millones de pesos, o sea 100 veces más", cuestionó el experto.
El incremento podría explicarse mediante el 10 por ciento restante, integrado por los grandes ahorradores y los bancos, que inclusive han sido involucrados en operaciones poco claras, como autopréstamos o fraudes. "Los pobres están pagando el rescate de los ricos", apunta Di Costanzo. Actualmente, el costo promedio del respaldo de cada cuenta es de 81 mil 632 pesos, cuando la mayoría de ahorradores, insistimos, no tenía más de 10 mil pesos en el banco.
Lo señalado por el asesor del Senado ha sido manejado por diversos analistas desde hace 11 años. La pregunta pertinente es por qué, ante datos tan sólidos, el gobierno federal se empeña en mentir y ocultar información, contraviniendo el supuesto respeto que guarda a la ley de transparencia. Para Di Costanzo es clara la estrategia: "proteger políticamente a Calderón". No hay que olvidar que el candidato del blanquiazul era presidente de este partido en 1999, cuando se legalizó el Fobaproa.
A pesar de haber manifestado en diversas ocasiones su respeto por el proceso electoral, el presidente Fox, esta vez desde la SHCP, sigue metiendo mano, favoreciendo de cualquier manera, aun con argumentos débiles, al candidato oficialista.