Usted está aquí: domingo 28 de mayo de 2006 Espectáculos TIEMPO DE BLUES

TIEMPO DE BLUES

Raúl De la Rosa

La transfiguración del blues

Ampliar la imagen Buddy Guy, durante su presentación en el teatro Metropólitan Foto: Fernando Aceves

PRIMERA LLAMADA. COMO avalancha, en este mes se dieron, uno tras otro, varias actividades relacionadas con el blues. En la semana del 16 al 20, el Centro Cultural Casa Talavera otorgó reconocimentos a todos aquellos que han promovido el blues hecho en México entre actos paralelas, como conferencias, cine-club y tres conciertos, ahí, en el corazón de La Merced. Y en el bar Ruta 61 se presentó Graná Louise, intérprete de Chicago, quien nos mostró la gran fuerza de ese canto matriz que es el blues. Mujer enorme en ambos sentidos, el físico y el artístico, acompañada por músicos argentinos y mexicanos tocando ese lenguaje universal que es la música. Fue como la cereza del pastel por los dos años de existencia del Hoochie Coochie Bar.

PERO EL PLATILLO fuerte llegó el viernes pasado al teatro Metropólitan. Los micrófonos de Horizonte 108 se trasladaron a este foro para realizar un control remoto previo al concierto que dio una de las leyendas del blues de Chicago: Buddy Guy, a quien escuché por primera vez en vivo hace 28 años en el Theresa's Lounge, del South Side de Chicago.

Segunda llamada

PODRIAMOS LLAMAR LA transfiguración del blues a lo que un bluesman de 70 años de edad llevó a cabo en el teatro Metropólitan. Nos llevó flotando, por momentos, por los matices más refinados, donde apenas rozaba las cuerdas de su Stratocaster, hasta unos veloces y delirantes punteos por toda la guitarra de la que no dejó espacio por tocar, sobar, abrazar y disparar los dardos sonoros que han hecho de este artista una leyenda viviente.

LO DESALENTADOR ES que en eso se quedó la mayor parte del concierto, en momentos en los que parecía que esa pirotecnia en la lira nos iba a llevar por los senderos del blues y arrancarnos pedacitos del alma con los shouts ancestrales; pero no, ante un auditorio más que complaciente, dispuesto a festejar todo, el blus bluus no reinó esa noche.

SI HAY ALGO que me gusta del blues es esa maleabilidad que tres acordes pueden tener: escuchar el Séptimo hijo o Manish boy, de Willie Dixon, o Mojo Working, del Aguas Lodosas, fue como oírlas por primera vez. Los arreglos siempre sorprendentes, y mediante ellos convocó -como conocedor de los ritos ancestrales de su natal Louisiana- a los grandes del blues, y en un momento, su rostro se transfiguró en Mr. Boom Boom, y John Lee Hooker regresó a estas tierras por unos breves instantes; de la misma manera Hendrix estaba ahí, de pie, al lado de las bocinas.

MAS DE 2 mil asistentes fuimos testigos y participantes de un inolvidable ritual, seducidos por un gran predicador del blues, a imagen y semejanza de esos preachers que llevan hasta el paroxismo a su grey. Cuando la banda bajaba de volumen al unísono y matizaba para permitirle cantarnos al oído y susurrarnos, fue genial.

VIVIMOS RETAZOS DE lo que destacados guitarristas opinan de Buddy Guy: "Toca desde un lugar que nunca he escuchado a nadie tocar": Stevie Ray Vaughan. "No puedes olvidarlo. Trasciende el blues y comienza a ser teatro. Es arte elevado. Una especie de drama teatral cuando él toca": Jeff Beck. "Buddy Guy es un monstruo absoluto": Jimmy Page.

LA EXPECTATIVA ERA grande; el público que casi llenó el teatro escuchaba atento al grupo que abrió el concierto: Real de 14, banda con dos décadas de decantar el blues con una identidad propia. Era un reto; era confirmar el porqué este grupo fue invitado al Festival Ciudades Hermanas de Chicago, en 1998, y a tocar en el club Buddy Guy's Legends.

CUANDO SU BANDA y el propio Buddy Guy pisaron el escenario, ya tenían al respetable en el bolsillo. Si Buddy pulsa, toca, araña la guitarra con un control absoluto, su manejo de la voz no lo es menos: cantar a 20 metros del micrófono y ser escuchado fue otra exhibición de este gran clown del escenario. A mi lado, la patrona de los músicos me decía al oído: "me gusta que todo el tiempo seduce al público, con las letras, con el manejo de su guitarra, pero siempre se queda en eso, en promesas; no terminó de llegar adonde esperábamos, al orgásmico blues".

AVISO: A PARTIR de este mes, el programa radiofónico Por los senderos del blues, que se transmite por las frecuencias de Horizonte 108 FM, tiene un nuevo y más amplio horario: los martes, de 8 a 10 de la noche.

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