En Ica, cuna del pisco, sólo queda un productor de la emblemática bebida
Lima, 23 de mayo. En la ciudad sureña de Pisco, un agricultor enamorado de su pasado y de sus alambiques de cobre es el último de los productores de pisco, emblemática bebida de Perú. Claudio Soldi, de 57 años, heredó de su padre y de su abuelo, un italiano que llegó a Lima en el siglo pasado, la paciencia y el secreto para elaborar, de forma artesanal, uno de los mejores aguardientes de uva de la región de Ica, cuna del pisco. "Mi abuelo y mi padre fueron enólogos, dedicados a su elaboración", dijo, e indicó que ahora, en la ciudad de origen, ningún agricultor siembra uva por problemas de agua y porque se dedican a otros rubros. Soldi contó que su abuelo elaboró por muchos años vinos y pisco, mientras su padre trabajó en Ica hasta 1996 en la hacienda Ocucaje, donde él aprendió los secretos del destilado y el manejo de los alambiques. En 1981, este descendiente de italianos compró una hacienda en Pisco, la cual tenía una bodega antigua que remodeló con el objetivo de producir aguardiente. Aferrado a la añoranza del buen licor, Soldi creó su propio aguardiente, Pisco Huarangal, un nombre que hace "homenaje a los bosques de árboles de huarango que existían en esa ciudad y que ahora están en peligro de extinguirse". Soldi produce 12 mil litros de pisco al año. En la década de los 90 le vendía a Chile -país que, al igual que Perú, proclama la paternidad de la bebida-, hasta que el fenómeno del Niño afectó la agricultura de Ica y dejó de exportar. Sus alambiques también producen unos 8 mil litros de pisco por encargo de empresarios que traen sus propias uvas, atraídos por la fama de su labor artesanal.
Afp