"No es su país", dice líder de la OEA al presidente de EU
Entregará comité receta a Bush para la Cuba "después de Castro"
Washington, 23 de mayo. El Comité para la Asistencia a la Liberación de Cuba presentará próximamente un informe que pretende aconsejar al presidente George W. Bush formas de inyectar democracia a una Cuba "después de Fidel Castro", en momentos en que críticos afirman que más de 40 años de bloqueo económico a la isla sólo han logrado aislar a Washington, y no a La Habana.
Recientemente, el discurso de Bush y su administración ha hecho alusión a "la transición" en Cuba, al refererirse a la política que adoptará Washingon cuando Fidel Castro "salga" del poder.
Ante esto, el chileno Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), aseguró hoy que es válido preguntarse por qué Bush ha creado "una oficina para la coordinación de la transición en Cuba", y señaló, dirigiéndose al mandatario estadunidense: "No hay transición y no es su país".
El primer reporte del Comité para La Asistencia a la Liberación de Cuba fue entregado a Bush en 2004, y el presidente siguió las recomendaciones que el documento le hacía al imponer restricciones más severas a los viajes a la isla, a pesar de que esto perjudicó a muchos miembros del exilio cubano en Estados Unidos.
Según fuentes cercanas al comité, el segundo informe, que se entregará dentro de unos días, recomienda reforzar el embargo económico, pero en general no se habla de ningún cambio drástico.
El documento enfatiza, sobre todo, medidas preparatorias que deberán ponerse en marcha para cuando Castro, de 79 años de edad, "deje la presidencia".
Observadores señalan que Bush ha logrado una relación simbiótica y productiva con el exilio cubano en el estado clave de Florida, pero que todas las medidas para reforzar el bloqueo contra Cuba no han tenido el efecto deseado.
Los representantes Jeff Blake, republicano por Arizona, y William Delahunt, demócrata por Massachusetts, encabezan un grupo bipartisano de 50 políticos que, previamente al reporte del comité, denunciaron en un comunicado la inutilidad del embargo contra Cuba.
"Nadie puede predecir cómo evolucionará el futuro político de Cuba. Pero podemos asegurar que sin importar el tamaño y el peso económico de Estados Unidos, nuestra falta deliberada de contacto y comunicación (con los cubanos del interior) sólo reducirá nuestra influencia", asegura el comunicado.
Flake propone que, en vista de que la industria alimentaria estadunidense obtuvo la autorización para exportar a la isla, el embargo debe relajarse para permitir que compañías energéticas se asocien con Cuba con el fin de explotar yacimientos petroleros que están en las aguas cubanas.
La secretaria de Estado estadinidense, Condoleezza Rice, defendió el bloqueo de estas críticas: "El propósito del embargo es prevenir que el régimen dictatorial de Fidel Castro utilice el comercio para financiar su gobierno y mantener así su yugo sobre la población cubana".
Philip Peters, del thinktank del Instituto Lexington, en Virginia, aseguró que las ambiciones de Estados Unidos en cuanto a penetrar los sistemas político y económicos de Cuba tras la muerte de Castro son contraproducentes porque incrementan el temor de la población de la isla de que llegue el caos cuando muesra Castro.
"Los cubanos quieren cambios, pero no quieren una revolución", sostuvo Peters.