Con lenta marcha, un turibús recorrió calles de Pachuca, seguido de autos particulares
Con desfile multitudinario Tuzos celebró su cuarto campeonato
Aficionados reprocharon a representantes de medios de comunicación que hayan calificado el triunfo de "chiripa"
Luis Landín comentó que su meta es ser seleccionado para 2010
Ampliar la imagen Nada empañará la alegría por este título, expresó Trejo Foto: Ap
Pachuca, Hgo., 22 de mayo. Una multitud celebró por las calles de la capital hidalguense la conquista del cuarto campeonato, durante un alegre y colorido desfile, donde, desdeñando cualquier peligro, los miembros de las porras tuzas se treparon a diversos vehículos en marcha para aclamar a su equipo.
La espuma artificial y los coloridos espaguetis fluyeron sin cesar, decenas de latas de spray fueron lanzadas a lo largo de todo el recorrido. Los primeros en echar mano de ellas fueron los jugadores al aprovechar su ventajosa posición: el turibús de dos pisos.
"Palo, palo, palo bonito palo eh, eh, eh, eh, somos campeones otra vez...", era el alegre cántico de las porras tuzas, donde no faltaron los tamborazos y los ensordecedores claxonazos, mientras la gente se agolpaba frente al autobús haciendo lento su paso, sobre todo en la zona céntrica.
El portero y capitán del equipo, Miguel Calero, se adueñó largo trecho del trofeo que un día antes no dejaba de besar, el cual, posteriormente circuló de mano en mano entre los jugadores, Chitiva, Caballero, Mosquera, Salazar... varios de ellos lanzaron playeras a la gente que echó mano de sus cámaras fotográficas para captar los rostros de sus ídolos; éstos respondían con el interminable baño de espuma.
La caravana estaba programada para iniciar a las cinco de la tarde, pero arrancó con casi una hora de retraso, el turibús rojo, con las leyendas "El campeonato de la gente" y "Este título es de ustedes", ubicadas en la parte trasera y delantera, no parecía en buenas condiciones, ya que al atravesar cada puente o tope, tuvieron que bajar más de 20 personas para aligerarle el peso.
Primero fueron sólo el turibús y vehículos de prensa, seguidos por lujosas camionetas propiedad de los futbolistas, que eran conducidas por las esposas o cualquier familiar, pero al desfile se fueron sumando varios autos. No faltaron los choques leves, los espejos laterales desprendidos. Los pleitos e insultos en corto entre conductores, en esa lucha palmo a palmo por ir lo más cerca posible del equipo tetracampeón fueron otro motivo de estruendo.
Muchos hidalguenses hicieron reproches a la prensa, inconformes con las crónicas del partido donde se impusieron al San Luis: "A ver si siguen escribiendo que el título fue de chiripa", reclamaban al tiempo que lanzaba vengativamente espuma y más espuma. La mayoría sólo tuvo ojos para el turibús; un conductor hasta se bajó de su coche y como un árabe ante Alá se postró para hacerles reverencias.
El trayecto fue desde la tuzoplaza, por avenida Revolución, Matamoros, Centro, Doria, Guerrero, Plaza Juárez, avenida Juárez y de nuevo la tuzoplaza. El equipo esperaba en cualquier momento la incorporación del gobernador Miguel Angel Osorio, quien "tuvo que ir a México, pero va a venir", señaló el presidente del club, Jesús Martínez.
Horas antes, la directiva organizó una comida a los jugadores y sus familias. Martínez Patiño entregó distintivos a varios colaboradores y se transmitió en dos grandes pantallas los momentos más emotivos del torneo, así como los mensajes al borde del llanto o pletóricos de emoción de sus familiares.
Luis Landín era uno de los más alegres, incrédulo todavía de verse campeón a los 20 años, dijo que no había dormido nada porque desde Zamora, Michoacán, su tierra natal, llegó un camión con 50 personas, tíos, primos y amigos, quienes no quisieron perderse el partido ni el posterior festejo. "Mi meta es llegar a la selección, es estar en el Mundial de Sudáfrica", comentó.