Demanda a la Defensa transparentar los compromisos adquiridos
La militarización fronteriza exige un análisis o creará grave crisis: experto
Guillermo Garduño exhorta a repensar la unión estratégica con EU y Canadá
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Un migrante mexicano muestra los objetos que lo acompañarán en su viaje a EU: imágenes de San Judas Tadeo, lentejas, una moneda y una semilla de maíz
Foto: Ap
La tensa situación que prevalece en la relación con Estados Unidos por el tema migratorio y el proceso de militarización en la frontera reclama un análisis serio de la sociedad y los actores políticos en su conjunto para atender la relación con Estados Unidos.
Sostuvo lo anterior Guillermo Garduño, especialista en temas de seguridad nacional, quien agregó que la Secretaría de la Defensa Nacional debe transparentar el contenido de los encuentros y, en su caso, acuerdos alcanzados con su contraparte estadunidense.
Entrevistado respecto al histórico envío de "observadores" del Ejército Mexicano, Armada y de la Secretaría de Relaciones Exteriores a la 217 Junta Permanente Conjunta Estados Unidos-Canadá, en el que se afirma que México dio los primeros pasos hacia una unión estratégica con sus vecinos del norte, que se llevó a cabo en Washington del 7 al 9 de febrero pasado, el catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana señaló que la complicada agenda bilateral en materia de fuerzas armadas debe ser discutida y analizada de manera integral, a efecto de que nuestro país asuma una postura homogénea en la que el Ejecutivo federal cuente con el respaldo de los principales actores políticos.
Comentó que entre los problemas que enfrenta la relación con Estados Unidos en materia militar (y que seguramente han sido motivo de discusión bilateral, como fue el reciente encuentro entre el general secretario Ricardo Clemente Vega García y su contraparte estadunidense Donald Rumsfeld) destacan: más de 200 denuncias de violación al territorio estadunidense en que habrían incurrido militares mexicanos, las cuales no son reconocidas por el Ejército Mexicano; lo "poroso" que es la frontera común y el posible paso de grupos terroristas a través de ésta por parte; el poco eficiente combate al narcotráfico y la participación de ex soldados de elite del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) en el grupo de sicarios de los Zetas; y el hecho de que anualmente desertan 10 por ciento de los soldados en activo, sobre quienes no existe un control adecuado, entre otros aspectos.
Además, dijo, debe agregarse el hecho de que de manera unilateral el gobierno de Estados Unidos incluyó a México como parte integral del Comando Norte y la firma del Acuerdo de Seguridad para América del Norte (ASPAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, en el que aún no está clara cuál será la participación de las fuerzas armadas mexicanas en el mantenimiento de la seguridad de la zona.
Y todo ello, en un marco de total asimetría entre el potencial de ambos ejércitos, donde ni siquiera hay consenso sobre cuáles son las principales amenazas externas que enfrentan los tres países. Por ejemplo, para Washington el combate al terrorismo y la seguridad de su frontera sur ocupan un lugar preponderante, mientras para el gobierno mexicano el principal problema de seguridad nacional es el narcotráfico.