El mejor regalo del Día de la Madre
"El mejor regalo del Día de la Madre que pude recibir fue el entrar a La Palma a ver a mi marido", confiesa Catarina González, esposa de Felipe Alvarez, recluido en ese penal de máxima seguridad tras los hechos de Atenco por el delito de secuestro. La mujer, quien después de un día de trámites logró acceder a la cárcel el pasado 10 de mayo, asegura que su marido, uno de los líderes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, le dijo que no bajaran los machetes, "que no tengamos miedo, porque no nos habían enseñado el miedo, sino a luchar". Aunque sabía que La Palma es un penal de máxima seguridad, "eso no me importó; necesitaba verlo".
Asegura que cuando vio a Felipe no lo reconoció "porque lo rasuraron y nunca lo había visto sin bigote; tenía la cara muy hinchada por los golpes". Narra que pudo reconocerlo por la voz y "porque me di cuenta, cuando sonrió, de sus dientes que le faltan".
Al verlo sus sentimientos fueron encontrados. Por un lado se sintió triste "porque jamás pensé verlo ahí"; y por otro "me dio gusto verlo con vida, porque él me decía que si lo agarraban a lo mejor lo mataban, y como el único que salía en las noticias era don Nacho (Del Valle) estaba muy preocupada".
Su marido se sorprendió al verla y le preguntó cómo logró entrar. "Le contesté que fue un milagro de Dios."
En la despedida, Felipe le pidió que no llorara, "y por mi conducto le envió un mensaje a su mamá, porque era 10 de mayo".
Emir Olivares Alonso