Toquín playero por la Tierra, en Huatulco
Huatulco, Oax. 20 de mayo. En la playa Chahué se realizó el pasado viernes el primero de los conciertos del 12 Festival Música por la Tierra, donde destacaron Alejandro Lora y El Tri, así como Panteón Rococó, quienes encendieron los ánimos deseosos de cientos de jóvenes que permanecieron hasta la una y media de la madrugada del sábado disfrutando las mentadas de madre que el alegre Alex les propinó toda la noche. Los recordatorios familiares, ya son una tradición en los toquines del chavo de onda, a quien le gusta el rock and roll y la actitud de los vales de tiempos de la secundaria.
A eso de las ocho de la noche todo presagiaba un fracaso. Apenas unas decenas de jóvenes esperaban la tocada. Cerca de las nueve ya eran unos 20 más, pero igual.
A las nueve de la noche, ya con unas 100 personas como público, comenzó el reven playero. Subieron unos cuates que le hacen al reggaetón y que pertenecen al sello Mantequilla. Le echaron ganas; parecía como si fuera su última actuación.
Siguieron los Dildo. "¡Rock es lo que tocamos. A brincar una cumbia rock!" Y se arrancaron con un cover del otrora ídolo de las multitudes Rigo Tovar. "Voy a dejar de fumar para no llorar", decían en otra rola.
Y se hizo el slam
A las 11 de la noche salió Panteón Rococó, con su ska y fusiones potentes. Ya había más gente. Unas mil. Con esas bastaba. Se dio el slam, los círculos de amor, para darse en la madre de manera amistosa. "Bienvenida sea toda la raza presente". La carencia, uno de sus máximos éxitos, hizo brincar a los presentes. "¡Paz, baile y resistencia!", gritaron los camposanteros. Se fueron gruesos con La dosis perfecta, una rolota de amor.
A las 12:15 un grito archirreconocido se abrió espacio. "¡A güevo, cabrones!" Eran Alex Lora y El Tri. Cantó Piratas, el tema con el que el greñudo reflexiona sobre el plagio como forma de vida. Metro Balderas y el recuerdo del Rodrigo González. Es difícil, sobre la vida y sus vericuetos. Abuso de autoridad, que Alex ha actualizado con: "... ya sólo va a poder tocar... Telerrisa".
La diversión fue en la playa Chahué, donde también fueron liberadas una decena de iguanas, como parte de un programa para evitar su extinción. "Se las van a comer los depredadores", comentó un biólogo (que algo sabe del asunto).
Arturo Cruz Bárcenas