A 500 años de su muerte, persisten los misterios sobre Colón
Madrid, 19 de mayo. Cinco siglos después de su muerte, los misterios en torno a Cristóbal Colón siguen sin resolverse, por el contrario, aspectos como su nacionalidad, el descubrimiento de América, el lugar donde reposan sus restos y la fecha de su fallecimiento continúan llenando páginas y páginas de libros dedicados al navegante.
Con la llegada de Colón fue el inicio de una conquista llevada adelante, en muchas ocasiones por medio de la guerra y la imposición, que diezmó las poblaciones indígenas y rompió sus patrones culturales. El genocidio de más de 12 millones de indígenas, la destrucción de civilizaciones completas, como la azteca, la maya y la inca, y el robo de oro y plata de tierras americanas, son la otra cara de la moneda de aquel descubrimiento revolucionario.
De acuerdo con la mayoría de los historiadores, Colón falleció a los 55 años, el 21 de mayo de 1506 -otros datan el fallecimiento el 20 de mayo- en la localidad castellana de Valladolid, después de caer de la gracia de los reyes católicos Fernando e Isabel de Castilla.
La versión más aceptada es que Colón provenía de la ciudad italiana de Génova, pero en esto aún no hay acuerdo alguno: pudo ser veneciano, portugués, gallego, corso, catalán o mallorquino.
Colón, dicen los historiadores, era navegante desde su adolescencia y recorrió el Mediterráneo, Inglaterra y Portugal. Su plan de llegar a las Indias atravesando el océano hacia el oeste fue concebido en 1480, e intentó vender la idea a Portugal e Inglaterra, pero fue en España donde Fernando e Isabel la Católica respaldaron en 1486 la aventura. En 1492, el almirante y los monarcas pactaron las Capitulaciones de Sante Fe, que concedían a Colón el título de Almirante de la Mar Océana, virrey y gobernador de todo lo que descubriera.