Organismo de la ONU critica la decisión: el país no promueve el goce de garantías
Eligen a México para presidir el primer año del Consejo de Derechos Humanos
Lo encabezará el diplomático Luis Alfonso de Alba
Festeja Relaciones Exteriores
El CDESC señala persistencia de enormes disparidades entre diversos grupos sociales
Los países que integran el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligieron por unanimidad a México para ejercer la presidencia de este órgano en su primer año de existencia, y acordaron que el diplomático mexicano Luis Alfonso de Alba se convierta en el primer presidente del recién creado consejo.
Mientras en México el gobierno del presidente Vicente Fox expresaba su satisfacción por haber sido electo como primer presidente del CDH, expertos del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) de la ONU criticaron la elección del país, porque aseguran que México no cumple con la promoción del goce de esos derechos.
Las observaciones finales del comité son condenatorias al Estado mexicano, en tanto que los expertos que examinaron la situación nacional no encontraron que haya una integración plena del pacto internacional de tales derechos en la política del Estado ni resultados concretos de progreso con respecto a 1999. Por el contrario, constataron la persistencia de enormes disparidades entre ricos y pobres, entre zona rural y urbana y entre el norte y el sur del país.
Entre las observaciones del CDESC, destaca la atención de los expertos al caso del desalojo forzado y afectación de garantías para la población indígena y campesina afectada por la construcción de la presa hidroeléctrica de La Parota; el que 40 por ciento de la mano de obra nacional está empleada en el sector informal; que los trabajadores carecen de derechos de asociación, de salario justo y de protección, sobre todo las mujeres y trabajadores indígenas a quienes se les paga por debajo de lo legal o no son remunerados del todo, sin beneficios sociales o laborales.
Apoyo de América Latina y el Caribe
México logró la presidencia del CDH de la ONU gracias al apoyo del grupo de países de América Latina y el Caribe, pero su designación será oficializada el próximo lunes 19 de junio en la sesión inaugural del consejo, que se espera sea abierta por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y por el presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson.
El embajador De Alba recibió el apoyo de todas las regiones y la tarde del viernes fue elegido presidente designado para dirigir y coordinar las tareas del secretariado del consejo, el cual está integrado por cuatro vicepresidentes que habrán también de ser elegidos en forma individual y desligados de sus regiones, se señala en la resolución que creó el CDH.
La presidencia del nuevo órgano creado para vigilar y promover las garantías fundamentales del individuo es uno de los mayores retos del sistema actual de Naciones Unidas. Tiene por un lado la tarea de coordinar y propiciar la conformación de un mandato para el consejo, la preparación de la agenda de trabajos y la identificación de temas -para lo cual ya México ha propuesto una iniciativa que compite con una de Canadá-, así como la evaluación de los mecanismos que heredó de la Comisión de los Derechos Humanos para decidir sobre su validez, oportunidad y necesidad de corrección.
Esta designación ocurrió en un proceso informal que no terminó este mediodía con la designación del embajador De Alba como presidente, sino que prosigue para estar en posibilidades de contar con una propuesta de trabajo que cubra cuando menos los primeros 15 días del consejo.
Atrás del telón, sin embargo, la designación tuvo sus suspensos: la selección de De Alba fue inmediata entre los siete miembros del grupo de América Latina y el Caribe y apoyada ipso facto por los siete del grupo occidental, junto con los 13 miembros del grupo asiático.
Los seis miembros de Europa del este se sumaron al consenso, no sin antes asegurarse de que el próximo presidente sea de su región. Los últimos miembros en conceder su apoyo fueron los 13 de Africa. Ayer se pensó que la designación era inminente, pero tuvo que quedar en suspenso hasta el viernes.
Esta tarde, luego de su designación, De Alba se reunió con la alta comisionada adjunta de los Derechos Humanos y la próxima semana comienza el trabajo presidencial de la que se espera sea cooperativo y transparente.
México obtuvo 138 votos el pasado 9 de mayo durante las elecciones a miembros del primer consejo; fue elegido -junto con Uruguay y Cuba- para servir por tres años.
Una de las misiones principales del mexicano Luis Alfonso de Alba será coordinar con el resto de países la agenda de la primera sesión del nuevo órgano, a la que ministros de Asuntos Exteriores de varios países han manifestado su interés por asistir.
Felicidad en la SRE
El gobierno mexicano expresó su satisfacción por haber sido electo primer presidente del Consejo de Derechos Humanos y destacó que la elección de México para ocupar el cargo "representa un reconocimiento a la política exterior de nuestro país" en materia de derechos humanos y a su diplomacia.
"La designación de nuestro país para ocupar la presidencia del Consejo de Derechos Humanos representa el reconocimiento de la comunidad internacional a los esfuerzos emprendidos hasta ahora por México para fortalecer los mecanismos multilaterales de protección de los derechos humanos", subrayó la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
México trabajará, aseguró, por un consejo capaz de asumir los retos impuestos por la comunidad internacional para contar con una instancia dentro de Naciones Unidas que de manera efectiva promueva y proteja todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todos, sin distinción alguna.
Una de las primeras reacciones fue del director ejecutivo de UN Watch, Hillel C. Neuer, quien afirmó que era "preferible México que cualquiera de los otros, bajo el entendido de que no hay países perfectos en materia de respeto a los derechos humanos".