Se convirtió en el primer futbolista mexicano en obtener la Liga de Campeones

Ya marqué la historia de México, aún no lo digiero, sostiene Rafael Márquez

Me ha costado mucho, pero para eso vine al Barcelona, para triunfar y ganar muchos títulos, asegura

AGENCIAS

París, 17 de mayo. Rafael Márquez se convirtió hoy en el primer futbolista mexicano en ganar la Liga de Campeones, después de que el Barcelona derrotó al Arsenal.

"Ya marqué la historia de México. Todavía no he tenido tiempo de digerirlo. Lo primero que hice tras la victoria fue pensar en mi familia y en mis amigos. Me ha costado mucho, pero para esto vine al Barcelona, para triunfar y ganar muchos títulos", expresó el zaguero.

Añadió: "Al principio tuvimos nosotros el manejo del partido, pero con el gol en contra tuvimos unos minutos en que no estuvimos bien. Fue una victoria muy sufrida y así sabe mejor. Lo importante fue que tuvimos paciencia y tranquilidad para empatar y después subirnos en el marcador".

El Káiser de Michoacán logró de este forma un torneo que fue maldito para su compatriota el delantero Hugo Sánchez, que cayó tres veces consecutivas en semifinales con el Real Madrid, en 1987, 1988 y 1989, ante Bayern Múnich, PSV Eindhoven y AC Milán, respectivamente.

Márquez jugó siete partidos completos en la Liga de Campeones, incluidos los dos de semifinales y la final, además de 74 minutos en el quinto encuentro de la primera fase, para un total de 704 minutos.

Rafa no tuvo un buen comienzo, ya que en el minuto 3 Thierry Henry se le anticipó al recibir un centro desde la derecha y remató ante Víctor Valdés, que en una afortunada acción, rechazó el balón.

Desde el minuto 18 en que fue expulsado el portero alemán Jens Lehmann, el Arsenal renunció al ataque al estar en inferioridad numérica y el mexicano tuvo poco trabajo.

En todo el partido, Márquez, que tocó el primer balón a los 28 segundos, lanzó un disparo que se marchó fuera en el minuto 25, no cometió ninguna falta y sufrió tres, la primera de Henry, en un forcejeo en el minuto 5.

Samuel Eto'o, que marcó el tanto del empate y fue declarado mejor jugador del partido, señaló que le inspiró el espíritu del Liverpool para dar vuelta al encuentro.

"Hemos sabido volver al partido en el momento oportuno. Después de lo que hizo el Liverpool el año pasado. En el descanso nos acordamos de la final del año pasado en que levantó un 3-0. Nos hemos metido en el espíritu del Liverpool", expresó.

El sueco Henrik Larsson, autor de dos pases decisivos, aseguró que "no habría una mejor forma" de despedirse. Larsson retornará al futbol sueco.

En tanto, los perdedores se quejaron del arbitraje.

El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, afirmó estar enojado, al denunciar que el primer gol del cuadro español se marcó en fuera de juego. "Es difícil aceptar verse derrotado cuando una decisión no es buena", aseguró.

Thierry Henry también se quejó del silbante. "No sé si el árbitro tenía puesta la camiseta del Barcelona, pero les cobró todo (a su favor)", se lamentó.

En referencia a su promocionado duelo con el brasileño Ronaldinho, el francés señaló: "Esta noche no vi nada de Ronaldinho ni de Eto'o. El hombre que hizo la diferencia fue Henrik Larsson".

Además del título, el Barcelona se llevó 6.4 millones de euros, mientras que Arsenal se quedó con 3.9.

Los festejos

En Barcelona, mucho antes que finalizara el partido, sus seguidores inundaron las calles céntricas, coloreando el paisaje de azulgrana y portando banderas catalanas.

A pie, saltando, en bicicleta, moto o automóvil, miles de seguidores agitando banderas azulgranas se dirigían, sobre todo al sitio de las grandes citas barcelonistas: la fuente de Canaletas.

Petardos, bocinas y pitos acompañaban con su ensordecedor sonido una improvisada caravana callejera, la misma que hace dos semanas festejaba el décimo octavo título de Liga.

En menos de diez minutos, mientras se oían los fuegos artificiales desde distintos puntos de la ciudad, la mítica fuente fue rodeada por una enorme cantidad de gente, y hasta los negocios de comida rápida, los más numerosos en la zona, bajaron sus persianas en prevención de excesos de algarabía.