Estos matrimonios son actos de activismo y militancia, expresa militante catalán
Celebran en Barcelona la primera boda gay entre un español y un mexicano
Ampliar la imagen El mexicano Manuel Figueroa (izquierda) y el espa�Adolfo Mart�z se unieron en matrimonio en Barcelona. El enlace se da luego de que el a�asado el presidente Jos�uis Rodr�ez Zapatero logr� reconocimiento de este derecho para parejas del mismo sexo Foto: Antonio medina/ Notiese
Ante un centenar de personas de nacionalidad española y una decena de mexicanos, Manuel Figueroa y Adolfo Martínez se unieron en matrimonio el pasado 13 de mayo en una sede del ayuntamiento de Barcelona, España.
Este es el primer enlace entre un español y un mexicano desde que el presidente del país ibérico, José Luis Rodríguez Zapatero, logró el año pasado el reconocimiento del derecho al matrimonio para las parejas del mismo sexo.
La ceremonia civil se desarrolló con el mismo protocolo y discurso con el que se realizan los matrimonios entre parejas heterosexuales. El concejal del distrito de Ciudad Vella hizo mención de la responsabilidad de los contrayentes por preservar la nueva familia que están conformando, al tiempo que les leyó a los novios los artículos de la Constitución española donde se especifican los derechos y deberes que contrajeron al asumir la responsabilidad de unirse en matrimonio.
Esta unión ha dado legitimidad a la relación amorosa de Manuel Figueroa, químico farmacobiólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana y ex editor del suplemento Letra S de este diario, y Adolfo Martínez, ex empleado bancario, quienes se conocieron en Barcelona hace cuatro años y desde hace un par decidieron vivir juntos en esta ciudad catalana.
"Tengo gran alegría por verlo ejercer su derecho a la felicidad. Creo que con este matrimonio Adolfo y Manuel están abriendo camino, pues van a contribuir a derribar los muros de intolerancia y obcecación que algunos se obstinan en levantar para evitar que todas las personas accedan a la libertad de decidir sobre su vida marital en mi país", consideró Alejandro Brito, director del suplemento Letra S y compañero de trabajo de Manuel Figueroa por más de 10 años, al dirigir unas palabras en la ceremonia.
En tanto, el activista gay Jordi Petit, al hacer uso de la palabra una vez que el juez unió a los contrayentes, manifestó que Manuel es el primer mexicano que ejerce su derecho a matrimoniarse fuera de su país, "pues en este momento, al igual que todos los ciudadanos homosexuales de México, tiene negado ese derecho en su propia tierra". Por ello consideró que esta celebración tiene un doble mensaje: "por un lado responde a la privacidad de los contrayentes, pero también tiene una dimensión social y cívica en donde la ley ampara y recoge la voluntad de decisión de los interesados otorgándoles derechos y deberes".
El militante catalán añadió que este matrimonio homosexual es un acto de activismo y militancia: "Cada que se realiza un matrimonio no heterosexual en España, se está enviando un mensaje de solidaridad hacia todas aquellas personas homosexuales reprimidas, perseguidas y asesinadas en los países latinos", agregó.
Por su parte Alfred Calvet, abogado que llevó el proceso de Manuel para conseguir la residencia en España, explicó a NotieSe que la ley de matrimonio civil propuesta por el presidente Rodríguez Zapatero en julio de 2005 es extensiva a los extranjeros residentes en España, y lejos de lo que se creía, la aprobación de dicha ley no ha generado una precipitación de inmigrantes hacia este país, "pues las uniones de españoles con extranjeros han sido realmente pocas".
Se calcula, según cifras de los mismos activistas, en alrededor de 3 mil las uniones de homosexuales que se han realizado en toda España desde que la ley fue aprobada. De éstas, aproximadamente el 70 por ciento se ha dado entre hombres y 30 por ciento entre parejas conformadas por mujeres.
Para el caso de personas extranjeras, externó Calvet, se pensó si los matrimonios serían válidos solamente entre ciudadanos españoles con ciudadanos originarios de países donde ya exista una ley similar a la española, en este caso Canadá, Bélgica y Holanda, que equiparan ciento por ciento las uniones al matrimonio heterosexual. Pero la Dirección de Registros y Notariados de España dejó claro que el derecho constitucional al matrimonio estaba por encima de cualquier legislación nacional que restringiera el derecho al matrimonio para todas las parejas, "En el momento de las adecuaciones de la ley prevaleció el criterio superior que autorizó los matrimonios con ciudadanos extranjeros en cuyos países no estuviera legislado al respecto".
Para poder aplicar esta ley a una pareja conformada por un español y un extranjero, es necesario que el segundo sea residente legal en España, es decir, ya sea que llegue con un permiso legal de trabajo o que si su estancia es ilegal en el país, busque regularizar su situación o arraigo, el cual puede llevar de tres a cinco años.
Manuel Figueroa y Adolfo Martínez expresaron a esta agencia que recurrirán a las instancias necesarias para que el gobierno mexicano reconozca su matrimonio. "Es necesario sentar precedente y agotar todas las posibilidades para que en México se reconozca el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, pues cuando vemos la realidad, las personas homosexuales que desean conformar una relación estable, no tienen derechos sociales básicos de los cuales sí gozan las parejas heterosexuales", manifestó Manuel Figueroa, quien acompañado de su familia más cercana, compartió esta tarde un banquete con música tradicional mexicana, manjares españoles y bebidas de ambos países.