Anunciará el envío de la Guardia Nacional a la frontera para tranquilizar a legisladores
Hoy define George W. Bush el futuro de la reforma migratoria
"Refuerzo de la Patrulla Fronteriza, no militarización, lo que se evalúa", señala a Vicente Fox
Este lunes reanudan los senadores de ese país el debate sobre las enmiendas en la materia
Ampliar la imagen Gerardo Rivas y su hija Olga, de nueve años de edad, luego de ser capturados el pasado 25 de abril por la Patrulla Fronteriza en Arizona al cruzar ilegalmente Foto: AP
Washington, 14 de mayo. El presidente estadunidense George W. Bush se jugará la noche del lunes la suerte de la reforma migratoria en el Congreso, con un discurso a la nación en el que podría anunciar el envío de tropas a la frontera para zanjar las brechas en el Partido Republicano.
Con su popularidad en niveles mínimos, el presidente se dirigirá a la nación desde el salón Oval de la Casa Blanca en momentos en que el Senado reanudará el debate sobre la reforma migratoria, que podría abrir paso a la regularización y ciudadanía a parte de los 12 millones de indocumentados.
Según la prensa estadunidense, Bush aprovechará su discurso para anunciar el envío de tropas a la frontera con México, medida aprobada el jueves por la Cámara de Representantes para frenar el tráfico de drogas y personas, aunque la disposición todavía deberá ser ratificada por el Senado.
Con el despliegue de la Guardia Nacional en la zona, el mandatario intentará "tranquilizar a los conservadores sobre un asunto que dividió a su partido" para lograr en el Congreso una reforma migratoria por la que aboga desde hace más de dos años, afirmó The New York Times.
Bush conversó telefónicamente el domingo con el presidente mexicano, Vicente Fox Quesada, e intentó "suavizar" las inquietudes de México sobre el eventual despliegue de la Guardia Nacional.
Fox llamó a Bush "para externar sus preocupaciones sobre la consideración del plan estadunidense de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera", manifestó la portavoz Maria Tamburri.
Bush "dejó en claro que Estados Unidos considera a México país amigo y que lo que estaba evaluando no es una militarización de la frontera, sino el refuerzo de la capacidad de la Patrulla Fronteriza de manera temporal", señaló.
En la conversación, de unos 30 minutos, según la versión del gobierno mexicano, Bush reiteró su convicción de que el tema migratorio sólo puede ser resuelto en el contexto de una reforma integral.
Los mandatarios coincidieron en que la solución a los problemas fronterizos es tarea compartida y responsabilidad de las dos naciones.
La llamada se realizó de las 8:40 a las 9:10 horas.
Las diferencias entre las reforma contemplada por el Senado y la aprobada en diciembre por la Cámara de Representantes sacaron a la luz las fuertes diferencias en el Partido Republicano, a pocos meses de las elecciones legislativas de noviembre.
Bajo el liderazgo de representantes como Tom Tancredo (Colorado) y James Sensenbrenner (Wisconsin), la cámara baja aprobó una ley que convertiría a todos los indocumentados en Estados Unidos en criminales y prevé la construcción de un muro en la tercera parte de los 3 mil 200 kilómetros de frontera con México.
La Cámara de Representantes hizo caso omiso a la propuesta de Bush de crear un estatuto temporal para los extranjeros que ocupen puestos de trabajo que los estadunidenses no deseen.
En cambio, el Senado analiza un proyecto de ley que legalizaría y abriría el camino a la ciudadanía a la mayoría de los extranjeros sin papeles, bajo el impulso bipartidista del republicano John McCain -con aspiraciones presidenciales- y el demócrata Ted Kennedy.
(Con información de José Antonio Román)