Con el segundo piso del Periférico concluido se aumentará la fluidez del tránsito

Inaugura hoy el GDF la obra más importante de esta administración

Se hizo en casi 4 años, generó más de 100 mil empleos y participaron 76 constructoras

ANGEL BOLAÑOS

A tres años y ocho meses de que iniciaron las obras del segundo piso del Periférico, hoy se inaugura el último tramo de 4.1 kilómetros, de San Jerónimo a Las Flores, que tendrá entre sus beneficios inmediatos la reducción de 22 mil toneladas de contaminantes; con el conjunto de la obra, se incrementa en 60 por ciento la superficie de rodamiento del poniente de la ciudad, al aumentar de cinco a ocho el número de carriles en dicha vialidad, en ambos sentidos, y reduce a 15 minutos un traslado que anteriormente se realizaba hasta en 60.

Claudia Sheinbaum Pardo, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) y presidente suplente del Fideicomiso para el Mejoramiento de las Vías de Comunicación del Distrito Federal (Fimevic), asegura que "es la obra más importante del sexenio", aunque reconoce que otras, como la construcción de las 16 preparatorias y la Universidad de la Ciudad de México tienen mayor impacto social.

Basta mirar las cifras, sugiere: una inversión superior a los 5 mil millones de pesos; construida en medio de una de las ciudades más grandes de mundo y que generó alrededor de 100 mil empleos, sin contar los aspectos de ingeniería que se utilizarán inclusive para la elaboración de una normatividad en materia de construcción de puentes, así como la polémica que acompañó a la obra de principio a fin, al inducir primero al entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, a realizar una consulta pública para decidir su construcción, y al actual titular del Ejecutivo local, Alejandro Encinas Rodríguez, a iniciar una campaña de difusión para contrarrestar los ataques del PAN que acusan al GDF de haber sobrendeudado a la ciudad para financiar esta obra.

A Sheinbaum le irrita escuchar esas "falsedades", sobre todo porque nadie mejor en el PAN que su actual candidato presidencial, Felipe Calderón, sabe que es mentira que al segundo piso del Periférico hayan entrado recursos de deuda, puesto que fue director del Banco Nacional de Obras (Banobras), de febrero a septiembre de 2003, institución fiduciaria de la obra, que se construyó con recursos fiscales obtenidos principalmente de ahorros y eficiencia en el gasto.

Es mentira también que se haya beneficiado a unas cuantas empresas, puesto que fueron 76 las que participaron en la construcción en sus distintas etapas, y la información de los contratos está a disposición de cualquier persona en la página de Internet del Fimevic.

El origen

Sheinbaum Pardo recuerda una gráfica sobre la distribución de las emisiones de monóxido de carbono (CO) en la ciudad de México, en la que se observaba que el punto donde el contaminante alcanza su mayor concentración es precisamente en la zona surponiente, en el cruce del Anillo Periférico con el Viaducto Río Becerra.

Según la gráfica, con una velocidad promedio de circulación vehícular menor a los 25 kilómetros por hora, la acumulación de CO al año en esa zona alcanzaba 68 mil toneladas, lo que hacía indispensable aumentar la fluidez del tránsito para reducir el consumo de combustibles y la emisión de contaminantes.

Esto, afirma la funcionaria en entrevista para La Jornada, fue una de las razones que decidieron iniciar la construcción del segundo piso del Periférico justo en ese punto, con el distribuidor vial de San Antonio, donde se registraba uno de las principales problemas de congestión vehicular.

Además, en un diagnóstico elaborado por el GDF en 2002 se señalaba que "en la zona poniente se genera uno de los mayores conflictos vehiculares de la ciudad, debido a que es altamente deficitario de un sistema vial primario que permita los desplazamientos con un adecuado nivel de servicios, debido a su topografía y al crecimiento desmedido de asentamientos humanos y de servicios".

Desde hace 15 años, el Anillo Periférico, con sus cinco carriles en ambos sentidos, se encontraba saturado en las horas de máxima demanda.

En el documental En el hoyo que el cineasta Juan Carlos Rulfo realizó sobre los trabajadores del segundo piso del Periférico, una de sus protagonistas, Sofía García, advierte en algún momento del filme que una obra de la magnitud del segundo piso del Periférico necesita de almas para que amarre, Sheinbaum, toca este aspecto al resaltar que en algún momento hubo 3 mil personas trabajando de manera permanente en la obra, entre fierreros, carpinteros, soldadores, peones, cuya labor, afirma, es mucho más impresionante y destacada que cualquier tecnología utilizada en el proceso constructivo.

Refiere que fueron cinco los trabajadores que fallecieron durante la construcción del segundo piso, de los cuales sólo uno de ellos pereció en un accidente directamente asociado a la obra, Saúl Cornejo Hernández, a quien se otorgó de manera póstuma el Reconocimiento Ciudad de México. Los otros cuatro trabajadores eran bandereros, quienes fueron atropellados por conductores que ignoraron los cierres de la vialidad.

El segundo piso del Periférico es uno de los programas más ambiciosos que se han realizado en la ciudad para ampliar su red vial primaria desde que en 1978 se inició la construcción de los 31 ejes viales. Sin embargo, de acuerdo al Subprograma de Desarrollo de la Red Vial del Distrito Federal, elaborado por la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi), el déficit de vialidades primarias en el DF es de 150 kilómetros y si cada año se invirtiera una cantidad similar a la de esta obra, 5 mil millones de pesos, el déficit se cubriría en un plazo de 20 años.