Usted está aquí: domingo 14 de mayo de 2006 Política "Vamos a levantar a todo el país por la libertad de los compañeros"

Marcos anuncia dos movimientos; en términos militares, uno se llama de dislocación

"Vamos a levantar a todo el país por la libertad de los compañeros"

Convoca a un periodo de difusión, propaganda y agitación en México y el resto del mundo

HERMANN BELLINGHAUSEN

Ampliar la imagen Una activista en el encuentro alterno al de jefes de Estado que se celebró en Viena, Austria Foto: Ap

El subcomandante Marcos declaró ayer, al concluir la asamblea nacional de adherentes de la otra campaña, que los detenidos en San Salvador Atenco "deben ser una bandera de la otra campaña a nivel nacional". Fue un discurso cargado de indignación, y casi podría decirse que de dolor. "Les voy a platicar del doctor Selvas y su hija Mariana. No pertenecen a ninguna organización política, son adherentes a la Sexta y, desde que arrancamos de Chiapas, arrancaron con un camión con medicina para atender lo que se fuera presentando en el recorrido, y cada tanto él tenía que ir a chambear para juntar dinero y otra vez regresar, y quedaba Mariana, estudiante de la ENAH, que tuvo que hacerla de enfermera porque todos suponían que como era hija del doc, tenía que saber algo de medicina", abundó.

"El doc está preso. No es del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Su hija está presa y es una de las que sufrieron agresión sexual y también de las que se atrevieron a decirlo. Estaban ahí por la misma razón que Ignacio del Valle y la gente del FPDT estuvieron en Texcoco: porque era el deber primero de la otra campaña, apoyar a otro. Al doc lo agarran porque está escondido en la casa donde está herido el compañero Alexis (Benhumea), rajado de la cabeza, y sale a buscar medicina".

El delegado Zero insistió: "la otra campaña tiene un deber con esos compañeros, no sólo con el FPDT. Porque cumplieron con su deber. Nos toca apoyar al compañero en problemas. El doc y Mariana y también Magdalena, indígena mazahua que batalla contra el gobierno de la ciudad de México, porque trabaja en el Centro Histórico, que privatizó (Andrés Manuel) López Obrador. La pueden ver en las fotos (de los detenidos), es la que va vestida como indígena. Ella cuando fue a Chiapas nos dijo: 'después del 94 para mí es un orgullo usar esta ropa', y la tienen arrastrando por el suelo".

Compromiso ético y moral

Recalcó: "Para nosotros es un compromiso ético y moral y no nos vamos a detener hasta que todos salgan libres". La otra campaña a nivel nacional, abundó Marcos, debe proponer "un plan de acción con este objetivo, que saquemos a los presos, nada más". Y advirtió: "Nacho, el doc, Marina, Magdalena y todos los que están ahí tienen que saber que alguien, sus compañeros y compañeras, no van a dejar de luchar por ellos, aunque renuncien (Vicente) Fox, (el gobernador mexiquense, Enrique) Peña Nieto, el secretario de Gobernación (Carlos Abascal) o el jefe de la policía, o metan en la cárcel a todos los policías que hicieron esas chingaderas. Como quiera, hasta que no salgan ellos, alguien va a estar acá afuera. Y si como Comisión Sexta nos quedamos solos en esto, nos quedamos solos, no será la primera vez".

Marcos advirtió: "Vamos a levantar a todo el país por la libertad de esos compañeros. Nuestra propuesta es que la otra campaña a nivel nacional levante dos tipos de movimientos, uno que en términos militares se llama de dislocación, y otro de concentración. Que hagamos una gran marcha, que invitemos a todo el pueblo en ese punto de concentración, pero también en cada lugar, estado o región hagan algo un día simultáneo, en todo el país".

Convocó a la otra campaña "a un periodo de difusión, propaganda y agitación en el país y el mundo, con los siguientes ejes: esto mismo pasó, pasa o te puede pasar a ti. Queremos la libertad de ellas y ellos. Proponemos que este periodo de difusión empiece mañana y hasta que nos concentremos todos, simultáneamente dislocados, o aquí en la ciudad de México".

La asamblea nacional, celebrada en el auditorio Che Guevara de la UNAM, reunió a más de 700 personas de grupos, organizaciones sociales, colectivos y a título individual, para evaluar lo que va de este movimiento hasta ahora y plantear un proyecto de acción. Los ataques a San Salvador Atenco siguen siendo la marca en casi todas las experiencias y propuestas. Se describieron los bloqueos en el Distrito Federal y el estado de México, la marcha "en caracol" en Puebla para confundir a la policía, la manifestación en Salamanca, Guanajuato, donde la gente salía de las casas para apoyar la protesta contra la violencia del gobierno en la región texcocana. En Celaya fueron detenidos cinco jóvenes adherentes, y les decían los policías en los separos: "Ora sí, pinches zapatistas, ya están adentro". "Ni modo que la otra campaña venga acá a defenderlos, no puede estar en todas partes".

El norte del país sigue esperando a la otra campaña, que de momento se ha detenido en el centro. En algunas partes la situación se describió como crítica. Los adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en Coahuila, informó un activista de ese estado, enfrentan los hechos aún vivos de Pasta de Conchos, donde "sigue la resistencia", pero lo más caliente podría ser la comarca lagunera, donde los campesinos han ocupado los pozos de agua para defender el recurso, y se teme que en cualquier momento sean desalojados por la policía.

"Atenco lo tenemos presente. La burguesía nos está apuñalando. Si nos agreden los de arriba, vamos a responder", advirtió el orador coahuilense.

En San Luis Potosí, en especial en la Huasteca, se señaló que la militarización ha apretado recientemente en torno a los pueblos tenek, en previsión del probable paso por ahí de la Comisión Sexta del EZLN. Se habló del "estado de sitio" que prácticamente anunció el beligerante gobernador guerrerense, Zeferino Torreblanca, contra los pueblos que se resisten a la presa La Parota.

Juan de Dios Hernández, abogado de los detenidos en Atenco, denunció que el director del penal de Santiaguito, los funcionarios y los defensores de oficio perpetran "terrorismo" y "presión sicológica" contra los reclusos, para evitar la solidaridad entre ellos, para minar la huelga de hambre que muchos sostienen, y generalizar el miedo. Esas mismas autoridades han impedido el paso a los médicos especializados en estudiar las evidencias de tortura, que oficialmente no existió. El defensor subrayó las condiciones de "apandamiento" que viven los detenidos que no alcanzaron absolución ni fianza.

 
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