La población de la especie ha disminuido 95 por ciento en pocos años, según la organización
Compra Pronatura cueva en NL para proteger al murciélago guanero
En la misma zona habitan otros tipos de mamíferos voladores, también sabinos y castores americanos, los cuales están en riesgo de extinción
Prevén crear un mirador para los visitantes
Ampliar la imagen La cueva de la Boca, ubicada a 45 kilómetros de Monterrey Foto: Alfredo Valadez
Ampliar la imagen Pobladores del lugar aseguran que antaño la salida de las bandadas de murciélagos tardaba más de una hora; hoy día les toma menos de 10 minutos abandonar la cueva Foto: Alfredo Valadez
Ante las amenazas que enfrenta el murciélago guanero, la organización conservacionista Pronatura Noroeste compró la cueva de la Boca, ubicada en Santiago, Nuevo León, donde en ocho hectáreas se encuentra una de las mayores poblaciones de esa especie, la cual ha disminuido 95 por ciento en pocos años.
Pronatura Noroeste adquirió -con donativos y préstamos- el sitio, considerado como de alto valor ecológico, para destinarlo a la conservación ambiental y para que los visitantes conozcan los servicios que los murciélagos brindan a la sociedad.
Informó que esta especie también es conocida como murciélago mexicano de cola libre, la cual tenía una población de alrededor de 20 millones de individuos, pero por el turismo no controlado, la contaminación ambiental y los actos de vandalismo, los ejemplares han disminuido hasta llegar a 5 por ciento de su población original.
El fiel de la balanza ecológica
La organización precisó que los murciélagos representan cerca de un tercio de las especies de mamíferos que habitan en la entidad, y que esta variedad, la cual es insectivora, se distribuye desde el sur de Estados Unidos hasta Brasil, llega en marzo a la cueva de la Boca y migra en octubre, pero aún no se conoce con precisión su ruta migratoria.
Destacó que el papel ecológico de esta especie de mamíferos voladores es importante, porque regula la población de insectos, con lo que se beneficia a los cultivos de la región, ya que de esa forma se controlan las plagas y se evita el uso de pesticidas.
Entre las plagas que se mitigan están las palomillas, el cogollero del maíz, las polillas, los mosquitos y los escarabajos; se estima que este mamífero consume alrededor de la cuarta parte de su peso en insectos, y las poblaciones llegan a consumir varias toneladas en un día.
Asimismo, los murciélagos son alimento del halcón peregrino, especie que está bajo protección especial y cuya sobrevivencia depende de la conservación del mamífero volador. Sumado a ello, en la orilla del río San Joaquín y frente a la entrada de la cueva, habita una especie amenazada de sabino, así como el castor americano, que también están en riesgo de extinción.
Además de esta especie de murciélago, en la cueva habitan otras cuatro variedades: el cara de fantasma, el myotis de las cuevas, el espalda desnuda y el cochinilla.
Pronatura Noroeste puntualizó que en este momento el acceso a la cueva está restringido a los visitantes, ya que sólo se realizan actividades de investigación científica para determinar el tamaño de la población actual del murciélago guanero.
Entre los planes de la organización conservacionista está construir un mirador abierto a los visitantes, para que observen la salida de los murciélagos.