Tienen que subsistir con una pensión de $1,600, en el subempleo y estigmatizados
Conmemoran ex obreros 20 años del cierre de Fundidora Monterrey
Ampliar la imagen Ex trabajadores de Fundidora Monterrey y Aceros Planos, que cerró hace 20 años y dejó sin trabajo a 15 mil obreros, denunciaron que el gobierno federal incumplió la promesa de darles una liquidación equivalente a un año y nueve meses de trabajo y los ha condenado a vivir con ''una pensión de hambre'' Foto: Alfredo Valadez R.
Monterrey, NL, 10 de mayo. A 20 años del cierre de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, y de su filial Aceros Planos, los sobrevivientes de aquellos miles de trabajadores que se quedaron sin empleo efectuaron un plantón frente a las antiguas instalaciones de la acerera, que hoy operan como parque recreativo. Los asistentes señalaron que fueron víctimas de una campaña para introducir el modelo económico neoliberal en México.
Anselmo Bustos, ex trabajador de Aceros Planos, recordó que al momento del cierre, la edad promedio de los obreros era de 43 años, y además de que eran vistos como conflictivos por defender sus derechos, nadie los quería contratar.
''Fuimos abandonados a la miseria y hoy, a 20 años, lo que queda de las privatizaciones es una pensión de mil 600 pesos mensuales y el enriquecimiento de unos cuantos'', dijo.
''Diez de mayo no se olvida'', decían los manifestantes, quienes aseguran que la lucha que entonces emprendieron por la reapertura de la planta sigue presente con nuevas reivindicaciones para los trabajadores y los que menos tienen.
Ignacio Zapata, presidente de la Alianza de Usuarios de Servicios Públicos de Nuevo León, quien acudió a solidarizarse con los ex trabajadores, dijo que aún se recuerdan las grandes movilizaciones de los trabajadores de Fundidora y Aceros Planos, que coreaban: ''Paloma Cordero, tu esposo es un culero'', en alusión al ex presidente Miguel de la Madrid, ''un gobernante gris que escogieron los organismos financieros internacionales y los dueños del gran capital para dar el golpe artero al sector siderúrgico nacional''.
Durante la protesta hubo canciones y corridos alusivos al cierre de Fundidora, que el gobierno realizó el 10 de mayo de 1986, en coincidencia con el campeonato mundial de futbol celebrado en México.
Las 114 hectáreas que pertenecieron a la antigua acerera, constituida el 5 de mayo de 1900, hoy son un complejo recreativo, turístico y de difusión cultural, pero sobre todo un espacio con el cual lucran grandes consorcios privados, mientras los ex obreros han demandado, sin éxito, tres hectáreas para construir un museo en memoria de sus muertos y del esfuerzo que realizaron ellos y sus antecesores durante nueve décadas por la industrialización de México.
Alberto Martínez Espinosa, quien fue presidente del consejo de vigilancia de la sección 68 del sindicato minero, correspondiente a la empresa Aceros Planos, comenta que el cierre afectó a la sociedad regiomontana, porque de la vieja ''maestranza'' dependían numerosos comercios, talleres y diversos proveedores de servicios. La planta generaba 11 mil empleos directos y otros tantos indirectos.
Considera que se trató de una acción concertada por el gobierno de Miguel de la Madrid para entregar el sector siderúrgico al capital privado, aunque el verdadero operador de la maniobra fue el entonces secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, ''el verdadero cerebro del neoliberalismo en México, que ha sido el poder tras el trono en los pasados cuatro sexenios, incluyendo el de Vicente Fox''.
Señaló que el equipo gobernante cerró Fundidora, a pesar de que trabajaba con números negros, porque había decidido dejarle el camino libre a los grupos Hylsa e IMSA, que se ampliaron y modernizaron para absorber la creciente demanda de productos de acero. El segundo adquirió Aceros Planos, ''bueno, más bien casi se la regalaron, y de pilón les entregaron la gubernatura'', que estuvo administrada por los primos Fernando Canales y Benjamín Clariond, del PAN y del PRI'', respectivamente, socios del corporativo Grupo IMSA, señaló el ex dirigente minero.
Aún recuerdan el drama que vivieron. ''Hubo gente que se suicidó. Otros se fueron a Estados Unidos y nosotros aquí llevamos sufriendo 20 años como subempleados, trabajando por nuestra cuenta, porque la represión, la discriminación y las listas negras siempre han estado presentes; han sido 20 años muy difíciles. Todavía hay hijos de trabajadores que se cambian el apellido para poder conseguir chamba''.
Negocios ruinosos
A pesar de que el Fideicomiso del Parque Fundidora recibe ingresos por la renta de espacios a empresas privadas, estos recursos son insuficientes para pagar su gasto corriente y obras para mejorarlo.
En 2005 el fideicomiso recibió 36 millones de pesos, pero la tesorería del estado aportó 30 millones más para financiar el Museo del Acero en el alto horno número 3, la restauración de la escuela Adolfo Prieto, las obras preliminares del Centro de Exposiciones Lewis y la remodelación de las oficinas generales, como parte de los preparativos para el Fórum de las Culturas Monterrey 2007. Además, el fideicomiso recibió 12.8 millones de presupuesto para gasto corriente, según el informe anual del organismo.
Del primero de enero al 31 de diciembre de 2005 el Parque Fundidora tuvo una afluencia de 2 millones 524 mil 138 visitantes, que acudieron a diversos actos, entre ellos el concierto de los tenores Plácido Domingo y José Carreras, y la presentación del canadiense Cirque du Soleil.
En 1988, el Ejecutivo federal declaró de utilidad pública la conservación y mejoramiento de la superficie donde estuvo la vieja acerera y cedió los terrenos al gobierno de Nuevo León. Este a su vez creó un fideicomiso para construir un gran parque con jardines, el Museo de Ciencia y de la Industria, un centro de exhibiciones, una moderna arena, un hotel, una feria de diversiones y demás obras autorizadas por el comité técnico del fideicomiso que tuvieran fines recreativos, culturales, deportivos, de esparcimiento o de fomento económico y/o comercial.
El fideicomiso ha realizado algunas operaciones cuestionables. En octubre de 2002 otorgó en garantía 68 mil 425 metros de terreno para garantizar un préstamo hasta por 9 millones de dólares otorgado por Banco Mercantil del Norte, SA al Centro Internacional de Negocios. El crédito ''se liquidará mediante 24 amortizaciones trimestrales que se comenzarán a pagar en enero de 2005; el plazo para pagar el saldo insoluto de este préstamo vence el 30 de octubre de 2010''.
El 19 de septiembre de 2000, el fideicomiso rentó por cinco años un terreno para la Serie Cart a la empresa Monterrey Grand Prix, S de RL de CV, por una cuota de 250 mil dólares más IVA por acto. En septiembre de 2005 se finiquitó el contrato.
El 24 de noviembre del 2004, el fideicomiso, en su carácter de ''asociado'', y Latin Events Promotions, SA de CV, en su carácter de ''asociante'', celebraron un contrato para la realización de un recital a mediados de 2005 con los Tres Tenores y con un cantante mexicano en el Parque Fundidora. La asociada aportaría 2 millones 500 mil euros y participaría con 35 por ciento de las utilidades o pérdidas.
El concierto fue un fracaso debido a la cancelación de Luciano Pavarotti, y las fallas de logística provocaron cientos de demandas.