Ante estos hechos, desafortunados y lamentables, "lo importante es aplicar la ley", dice
Derbez: abusos en Atenco no minaron la credibilidad internacional del país
Los hechos de violencia y abuso de autoridad ocurridos la semana pasada en los municipios mexiquense de Texcoco y San Salvador Atenco no minaron la credibilidad y prestigio internacional que tiene México en materia de derechos humanos, señaló el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien ofreció como prueba la elección de nuestro país para ocupar un asiento en el nuevo Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
Según explicó, nadie en el mundo espera que ocurran este tipo de hechos que, efectivamente, son muy desafortunados y lamentables, pero lo realmente importante es aplicar el estado de derecho, donde, después de evaluar los acontecimientos y hacer las investigaciones del caso, se aplique las sanciones correspondientes a los responsables. Eso sí es lo que quiere el mundo, dijo el canciller, en entrevista desde Alemania, escala para llegar a la cuarta cumbre entre los jefes de Estado de América Latina y la Unión Europea.
Señaló que los legisladores y la sociedad en general deben entender que de lo que se trata es precisamente de que si ocurre un acto como el de Atenco, lo primero es aplicar la ley, porque solamente una democracia con eficiencia en aplicación de las normas es funcional, pero en segundo, que si hubo abusos por parte de la autoridad, que también se esclarezcan los hechos y se finquen responsabilidades con todo el peso de la ley. "Ambas cosas se hacen en nuestro país, y tan se hacen que todo el mundo puede opinar, todos pueden participar y estar al pendiente", según dijo el canciller.
Insistió en que estos hechos no minaron el prestigio de México, pues lo de Atenco fue previo a la votación en la ONU y aún así fue electo con 154 votos, después de Brasil y Argentina, con la salvedad de que nuestro país no recurrió a la práctica del intercambio de votos.
Muchas las cosas por cambiar: Berruga
La creación y funcionamiento del nuevo Consejo de Derechos Humanos de la (ONU) dará un nuevo impulso y dinamismo al proceso de reforma general de la organización, opinó el representante permanente de México ante ese organismo multilateral, Enrique Berruga Filloy, quien reconoció que son muchas las cosas que deben cambiarse.
"Hay una serie de problemas muy serios y profundos en otras áreas, como es el tema del medio ambiente, donde el sistema está prácticamente despedazado, como también se requieren medidas muy importantes en gestión y administración de la ONU; el propio Consejo de Seguridad y la creación que ya existe de la Comisión de Consolidación de la Paz, recientemente", indicó el embajador.
Confió en que si un tema complicado y tan polémico como el de los derechos humanos fue uno de los primeros resultados de la reforma y salió adelante, esto mismo alienta a que se sigan haciendo cambios profundos en el organismo multilateral, que responde efectivamente a la nueva realidad y problemática del mundo.
Berruga Filloy, quien se mostró sumamente satisfecho por la elección de México a uno de los ochos asientos latinoamericanos en el nuevo consejo, reconoció también que la vieja estructura de la Comisión de Derechos Humanos había caído desde hace mucho tiempo en "desprestigio", convirtiéndose incluso "en una suerte de burla" el que emitiera sus resoluciones, pues se hacía caso omiso de dichas recomendaciones.