So pretexto de protestas estudiantiles, se busca que la institución desaparezca, afirma
Prevé el rector de Chapingo ofensiva mediática contra la universidad
"No podemos ser insensibles" ante la situación de los alumnos detenidos, señala
Texcoco, Mex., 9 de mayo. En medio de la estrategia gubernamental de golpear a los movimientos sociales e infundir miedo en la antesala de las elecciones del 2 de julio, la comunidad de la Universidad Autónoma Chapingo vislumbra una ofensiva mediática en su contra, con el propósito de desaparecerla utilizando el pretexto de la participación de estudiantes de esa casa de estudios en el conflicto de San Salvador Atenco.
José Sergio Barrales Domínguez, rector de la universidad, informó que el número de alumnos detenidos por la policía estatal asciende a seis (tres mujeres y tres hombres), dos de ellos hospitalizados con heridas de seriedad. En entrevista, el académico informó que este miércoles, a la diez de la mañana, en la sala del consejo universitario del edificio de posgrado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, el director de esa institución; el rector de la Universidad de la Ciudad de México y él se manifestarán por el alto a la violencia.
"Parece que hubo excesos de la fuerza pública, y eso a nadie conviene. Ojalá prive la posibilidad de diálogo. No vamos en defensa de nadie, sabemos que hay responsabilidades, pero que se use la ley de la manera más eficaz. Si no hacemos estos llamados, sí se nos puede salir de las manos el país. Creo que la violencia está medio difícil en México y que tenemos que dar nuestros puntos de vista como instituciones."
La posibilidad de una ofensiva mediática contra Chapingo se manifiesta en el campus, porque hace 20 días, de manera sorpresiva, la Secretaría de Hacienda ordenó un recorte de 25 mil millones de pesos al presupuesto federal. De ese monto, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Alimentación dejará de recibir 8 mil 400 millones. Esto afectará el presupuesto de la universidad.
"Lo que nosotros nunca quisimos fue vernos involucrados en movimientos en la calle, porque queríamos defender nuestro presupuesto, y resulta que por maldición o lo que ustedes quieran nos involucramos en esto por seis estudiantes, y seguramente la situación será aprovechado por los que desean que la Universidad Autónoma Chapingo desaparezca. Nuestros estudiantes nunca van a las manifestaciones con nuestro consentimiento. Tenemos nuestras normas internas y procuramos que todos las cumplan."
-¿Ustedes abogarán por los seis alumnos detenidos?
-Estamos en un dilema: queremos defender el ambiente académico, pero nos vemos prácticamente imposibilitados y no podemos ser insensibles a lo que pasa con los detenidos. Somos muy conscientes como administración central de que en lugar de participar en las marchas debiéramos mejorar nuestra vida académica, pero lamentablemente tenemos una tradición de años de estar vinculados con las causas más nobles de las zonas rurales, y ahí se nos involucran seis muchachos.
-¿No hay vínculo entre la participación política de los alumnos y las autoridades de la universidad?
-Nosotros, como institución, jamás les hemos pedido que vayan y que se involucren con algún grupo o con alguna organización, pero sentimos que si el gobierno federal o estatal les finca cargo, sí nos gustaría que esos cargos fueran perfectamente demostrados, porque como institución creemos -de momento- que hay algo injusto, y por eso como institución estamos al pendiente de que a estos jóvenes se les trate bien y se les pueda liberar lo más pronto. Ojalá no los vayan a acusar de manera injusta; manifestamos nuestro interés de coadyuvar para que estos jóvenes obtengan su libertad.
"La decisión de brindarles asesoría jurídica no es necesariamente una forma de expresar involucramiento con el movimiento social que desencadenó todo esto, sino porque creemos que nuestros jóvenes -a lo mejor, no puedo asegurar que fueron ciento por ciento inocentes-, el trato que recibieron, no corresponde a lo que todo mundo aspira en este país."
-¿Usted recuerda la insistencia de algunos sectores del gobierno en desaparecer la universidad?
-A Chapingo se le criticó hace dos años. Se dijo que valíamos para dos cosas... Y nosotros dijimos: vamos a probar que podemos, y ahí están los resultados. El gobierno siempre se cuidará, pero en pláticas en corto dicen que el campo no es negocio, que tenemos que desaparecer el campo, o hacer cambios de políticas hacia el campo para hacerlo rentable. Chapingo corresponde a las demandas del campo. Entonces ya no se justifica. La sugerencia fue reconvertir a la universidad. Nos dijeron: impartan medicina, arquitectura, leyes. Y, bueno, varios dijimos que no, ya que al campo hay que rescatarlo, no hay que enterrarlo.
"Toda la vida se ha dicho que Chapingo estorba, porque nos consideran una olla de grillos, y uno no puede negar su origen, pero no necesariamente somos lo que ellos dicen. Lo único que hacemos es tener un sentido social que deberían de tener todas las universidades del país. El riesgo que yo veo es el momento político en el que estamos. Yo no dudaría que al rato quieran involucrar a Chapingo.
-¿Espera una nueva campaña contra la universidad?
-Espero que no, pero si no somos cautos yo no dudaría que en ocho días estemos en el ojo del huracán.