Demasiado corazón y El gran barón fueron de las más gozadas por el público

Cierra el Festival de San Luis Potosí con Willie Colón, salsa de cinco estrellas

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

San Luis Potosí, SLP, 8 de mayo. Willie Colón, el cantante originario del Bronx, cerró con su actuación el sexto Festival San Luis Potosí, la noche del domingo pasado, en la Plaza Fundadores, donde el público tardó en reaccionar y se puso a bailar cuando ya era inminente el fin del espectáculo. No obstante, la calidad del músico -de padres puertorriqueños- hizo que algunas parejas se dieran al ritmo salsero desde el principio. Algunos mostraron solos su sabrosura. Quedó confirmado que la salsa tiene adeptos en la ciudad de las tunas.

Te conozco bacalao y Talento de televisión despertaron aplausos inmediatos. Algunos comentaron que la primera composición fue utilizada recientemente por el candidato a la presidencia Andrés Manual López Obrador para responder a los ataques de los panistas. Acá, lejos de la política, el tema advierte sobre la necesidad de no dejarse engañar "por ésos que caminan de lado".

Talento de televisión hizo brillar toda la línea de metales de la orquesta de Willie Colón. La entrada de la pieza es una de las más poderosas de toda la historia de la salsa. La letra critica a una artista de plástico: "No tiene talento, pero es muy buena moza...", que puede ser aplicada a muchos casos, pero que estuvo inspirada en Thalía, hace muchos años. "¿Cuándo escribe otra canción como ésta de Thalía?" "Esa no es para Thalía", contestó Willie, pero con una sonrisa de complicidad y mirada maliciosa.

Brillo de trombón y caderas al compás

Una mujer con cuatro décadas de vida, mínimo, gritaba "¡Willie, te amo!", y el músico hacía como que no oía, pero tanto grito le hizo responder: "¡Gracias, gracias!", mientras se escuchaban las notas de Demasiado corazón. Los 10 músicos estaban integrados y se escuchaba una bandota, fuerte, con pulmones llenos. La gente, con este último tema, ya tenía demasiado que comentar en casa, pero Willie Colón no hizo pausa y siguió con Idilio. A estas alturas ya se veía más gente bailando, moviendo la cadera cual debe to be. Chévere la cosa, pues.

Infla Cólon sus cachetes y lo que sale de su trombón es azúcar. El instrumento de Willie Colón es la autosuficiencia. Puede hipnotizar y mantener la atención de miles por largo tiempo. Ahora, en los teclados, Juan Manuel Granados hace una larga introducción a la siguiente composición. Es un viaje musical a España, a la campiña. Los otros músicos, que habían dejado solo a Granados regresan, entre ellos Colón. Se oye Gitana, canción dedicada a una mujer que es magia y misterio, belleza pura.

Otros se suman al baile, pero la mayoría permanece en sus asientos. Le piden El gran barón, clásico de la salsa de dimensiones épicas. "Cuando canto ésa se acaba el concierto. Siempre. ¿Quieren que la cante?", retó Willie. Mejor interpreta Será que será, una larga pregunta con respuesta a medias. El trombón brilla y el sonido se esparce.

No desespera al respetable y complace con El gran barón, que trata de lo inútil que es luchar contra la naturaleza. "Palo que nace de lado jamás su tronco endereza", dice una frase que puede ser aplicada a miles de situaciones. "Olei-leleile-oleileleile..." La plaza es un coro. Colón ha triunfado.

Parecía que todo estaba consumado, pero Willie Colón dedica un popurrí a la memoria de quien fue su hermano: Héctor Lavoe. Periódico de ayer levantó a otros inhibidos. Un tipo cantaba a gritos. Se notó que el tema le llegaba al corazón. Quizá una experiencia de ésas que si no matan fortalecen. Luego, El todopoderoso, El cantante...

Se va Willie Colón. El público le pide, por favor, que regrese. Es salsa de cinco estrellas, y será difícil que alguien supere lo escuchado esta noche. Regresa y se revienta La murga de Panamá. A bailar, porque lo que se mueve está vivo, late. Ya habrá tiempo para quedarse como estatua.

Finalizó el concierto de Willie Colón, quien actuará en Tabasco dentro de unos días, en el festival del estado del sureste. El cielo se lleno de luces con la pirotecnia. Por unos minutos, miles de personas voltearon a ver las estrellas.