A pesar de no contar con el servicio, a últimas fechas les han triplicado cuotas

En la 2 de Octubre falla el suministro de agua, pero no el cobro bimestral

Para servidores de la delegación Tlalpan ese problema no existe, señalan colonos

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Desde que en 1994 se instaló la red hidráulica, los vecinos de la colonia 2 de Octubre, en la delegación Tlalpan, no han visto correr de manera regular por sus tomas el vital líquido, pero en su lugar han recibido puntualmente el cobro de las cuotas por el suministro, que a últimas fechas sin justificación alguna, se han triplicado a pesar de no contar con el servicio.

En un recorrido por el sitio, enclavado en la parte media del cerro del Ajusco, las quejas de los colonos, la mayoría de clase media baja y baja, se multiplican y exigen al gobierno de la ciudad de México la revisión de las cuotas y la condonación del pago para por lo menos 675 familias.

Manuel Reyes Cruz, representante de la Asociación de Colonos Independientes de la colonia 2 de Octubre, asegura que a pesar de las gestiones que han realizado casi a diario ante las autoridades delegacionales, encabezadas por el Eliseo Moyao, para los servidores públicos no existe tal problemática en esta zona, que se ha levantado prácticamente con el trabajo comunitario.

"Nos dicen que estamos bajo un sistema de tandeo, pero desde hace un mes no nos cae ni una gota de agua, y cuando abren las válvulas lo hacen por cinco o diez minutos, o en la madrugada, sin que nos avisen", refiere al señalar que aun cuando han solicitado que les otorguen el servicio a través de pipas que pagan los colonos a 57 pesos cada una, no lo hacen, por lo que han tenido que recurrir a las privadas, cuyo costo oscila entre los 400 y 600 pesos.

Para comprobar la irregularidad en el suministro del vital líquido, inclusive los vecinos han recurrido a la realización de bitácoras. En uno de los registros que lleva a cabo Isidro Matías Celaya, vecino de la calle Jazmín, número 7, se constata que en un mes sólo recibió agua de 10:45 a las 11:30 de la mañana.

En cambio, cada bimestre llega sin falta el cobro por el derecho de servicio. En la esquina de la avenida Bosques y la calle Piedra Tronada, los vecinos corren la voz y se arremolinan para mostrar sus boletas. "El último recibo del año pasado me llegó de 32 pesos, ahora es de 2 mil pesos", se queja María del Rosario Flores, quien habita el número 10 de la calle de Chicoasén.

Más casos

Otro caso es el de Marga Avendaño. "En abril el cobro llegó de mil 250 pesos", relata la afectada, quien agrega que al igual que a un sinnúmero de colonos, en el recibo del Sistema de Aguas de la ciudad de México, de un año para el otro, apareció que en sus domicilios realizan actividades mixtas, es decir, que además de tener un uso habitacional funcionan como comercios.

Herminia Morales tiene una local con cortina en desuso, y Eron Hernández Pérez no tiene ningún comercio, aun así en sus boletas se detalla que realizan venta de alimentos y de tabaco al menudeo. En ambos casos, la respuesta ha sido la misma. "Que paguemos primero y luego se hace la aclaración", aseguran al señalar que es una "injusticia" no sólo el cobro de un servicio que no prestan, sino que además abonen cargos que no les corresponde.

Con el paso del tiempo, estas irregularidades han originado que la mayoría de los colonos se hayan declarado en moratoria, a lo que oportunamente han respondido las autoridades, con sendos requerimientos por el incumplimiento en el pago. "Hemos tenido que ampararnos prácticamente en cada administración, porque las multas por recargos llegan hasta los 25 mil pesos", comenta Reyes Cruz.

"Nadie quiere evadir sus responsabilidades, si hay que pagar, lo haremos, pero primero que nos brinden el servicio", señala al agregar que la petición de los colonos es que las autoridades capitalinas los incluyan en el decreto que se expidió para Iztapalapa por exentarlos del pago por la irregularidad en el servicio.

Esta es sólo de una las demandas de los habitantes de esta colonia, que desde su establecimiento a principios de la década de los ochenta, se ha caracterizado por su trabajo comunitario. Orgulloso, el líder de los colonos, asegura que "siempre hemos estado organizados, pero ningún partido nos ha coptado" e inclusive no descarta que por lo mismo sean marginados.

A manera de ejemplo, cita que mientras a los vecinos de otras colonias los han dotado de bidones o tanques de almacenamiento de agua, por estos rumbos de calles sin pavimentar, falta de transporte, centros recreativos y seguridad, aún en estas épocas de elecciones nadie los ha querido ayudar.