Usted está aquí: lunes 8 de mayo de 2006 Política Proyecto de nación y energéticos

José Antonio Almazán

Proyecto de nación y energéticos

Después de un 1º de mayo cuyo común denominador fue el repudio a la política neoliberal foxista, los gritos multitudinarios de "ni un voto al PRI y al PAN" y el apoyo a la lucha de los trabajadores migrantes; en momentos en que la ultraderecha ensoberbecida y su candidato Calderón sienten que la silla presidencial ya es suya, apoyados en una guerra mediática en la que los medios televisivos y las encuestas buscan convertirse en el gran elector; y mientras los poderosos ensayan cómo van a gobernar después del 2 de julio, asesinando mineros, y reprimiendo salvajemente a la población de Salvador Atenco y disfrazando su agresión de actos de "estado de derecho", el tema energético, el destino de la electricidad y del petróleo parece pasar a tercer plano.

Sin embargo, abajo, entre los miembros de la clase obrera, con paciencia y tenacidad se discuten aspectos cruciales en la perspectiva de una patria libre, justa, democrática y soberana como la que soñaron y por la que dieron la vida Jose Martí y Simón Bolívar. Tal es el caso del segundo Foro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadoras y Trabajadores de la Energía, realizado el 2, 3 y 4 de mayo en la ciudad de México, en el cual dirigentes electricistas, petroleros y nucleares de 17 países hermanos analizaron el papel crucial que los energéticos juegan en el momento actual de la globalización capitalista y la importancia que estos recursos guardan en la formulación de proyectos alternativos frente al embate neoliberal.

Lo mismo en Argentina, en Bolivia, Chile, Costa Rica, Colombia, Ecuador, El Salvador, México que en Perú, Paraguay, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela, la aplicación del modelo neoliberal se tradujo en despojo y pobreza para los pueblos, acumulación de enormes riquezas por las trasnacionales y pérdida de soberanía para las naciones del continente americano. Frente a esta perspectiva la lucha de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe ha generado un poderoso movimiento social que ha logrado frenar, en algunos casos, la privatización energética, y en otros ha impulsado el ascenso de gobiernos que rompen radicalmente con el neoliberalismo en una perspectiva socialista, como es el caso de Venezuela, y recientemente Bolivia, que nacionalizó sus hidrocarburos y que junto con otros países, como Argentina, Cuba, Uruguay, Brasil, buscan impulsar procesos de integración económica y social alternativos a la propuesta imperial del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), como son la Alternativa Bolivariana para la América (Alba) y Petroamérica.

En el primer foro, realizado en Caracas, Venezuela, en mayo de 2005, se asentaron tesis fundamentales en el terreno energético, como son: 1) La soberanía y la propiedad de nuestros pueblos sobre sus recursos energéticos, para la construcción de la Nación Latinoamericana y Caribeña. 2) La unificación y protagonismo de las y los trabajadores energéticos latinoamericano-caribeños. 3) La defensa del ambiente y el uso racional de los recursos energéticos no renovables. 4) La energía como bien social y derecho humano fundamental de los pueblos de la Tierra. 5) El combate a la exclusión y la pobreza, por una justa redistribución de la riqueza. 6) La energía al servicio de la integración, el desarrollo y la paz de nuestros pueblos. 7) El derecho de las trabajadoras y trabajadores a participar en la gestión de las empresas energéticas.

Ahora, en la realización del segundo foro el avance fue significativo, ya que se acordó "constituir una coordinadora de sindicatos de la energía de América Latina y el Caribe sobre la base de coordinaciones regionales de Norteamérica, Centroamérica, Caribe y Sudamérica que trabajen hacia la creación de las condiciones políticas necesarias que permitan crear una confederación en el tercer foro con una base firme y amplia", así como la construcción de un amplio frente social para enfrentar la política neoliberal.

En palabras de los dirigentes electricistas, petroleros y nucleares de Latinoamérica y el Caribe, reunidos en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, que fungió como anfitrión, se concluyó:

"Este foro marca el inicio de una etapa nueva y superior en la defensa de nuestros energéticos. Es necesario unificar nuestras fuerzas y nuestras luchas. Los trabajadores de la energía necesitamos la participación de los pueblos, cada país necesita la participación de los otros países. No basta luchar por la energía: es necesario luchar por todos nuestros recursos, unificar las fuerzas y los movimientos, crear una sola lucha. Nadie vencerá desde el aislamiento. Es la hora de la unidad." Enhorabuena.

 
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