Comparten la misa, miembros del FPDT y ''judas'' que entregaron a sus vecinos
La policía detuvo a mucha gente inocente, dice el párroco de Atenco
Pide diálogo sincero para evitar otro conflicto social
El gobierno violentó garantías, señala
San Salvador Atenco, Mex., 7 de mayo. El párroco de San Salvador Atenco, Alfonso Tapia Duarte, llamó a las autoridades federales y del estado de México a dialogar con los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), pero advirtió que deben hacerlo ''con sinceridad, con verdad, buscando realmente el bien, o siempre habrá problemas sociales''. Indicó que el gobierno, ''en su afán de volver a esta población a un estado de derecho, también violentó los derechos humanos de muchas personas y gente inocente fue aprehendida''.
Ayer fue ''el primer día de los últimos cuatro en que salió el sol, en que la mayor parte de la gente se asomó'', afirmó una integrante del FPDT, que estuvo en misa de 12, aunque no olvidó señalar que entre quienes asistieron a la celebración religiosa estuvieron familiares de ''los judas'' que ''entregaron a muchos a los policías''.
La misa fue el punto de rencuentro para muchos, y ''alivio al alma'', tras la incursión policiaca del pasado jueves 4 de mayo, que dejó decenas de lesionados y 218 detenidos, considerando los enfrentamientos del miércoles por la tarde a consecuencia de la aprehensión del dirigente del FPDT, Ignacio del Valle, en Texcoco.
A pesar de que la iglesia estaba abarrotada, y los feligreses se apostaron en la zona del atrio para escuchar la celebración eucarística, el punto de mayor afluencia a lo largo de todo el día fueron las paredes de la presidencia municipal, el auditorio Emiliano Zapata y la casa ejidal, ya que en los muros fueron colocadas las listas de detenidos y consignados. También algunas cartas con pensamientos de niños de Atenco acerca de lo ocurrido, en medio de los mensajes que dejaron los integrantes de organizaciones sociales en apoyo a los miembros del FPDT.
En ese contexto, el párroco Alfonso Tapia Duarte dio en su homilía un mensaje ''de esperanza, de aliento, de ánimo para confortarlos, porque indudablemente los acontecimientos crearon una atmósfera de tristeza, de zozobra, de angustia, de temor por la violencia desatada'', e hizo un llamado a su feligresía para que ''con la fuerza y la esperanza de la fe rehagan el tejido social que se ha deteriorado''.
Expuso que en San Salvador Atenco la paz se tiene que ''ir reconstruyendo'', y pidió a los atenquenses ''decir no a la violencia''.
Al aludir a la división que existe entre los pobladores de esta comunidad, el religioso pidió que ésta no dé cabida a revanchismos, porque ''el odio, el rencor, los resentimientos y la sed de venganza son lo más terrible y pueden conducir a la violencia'', aunque aceptó que ''las injusticias también pueden conducir a la violencia y no queremos eso más, nunca la hemos querido en nuestro pueblo''.
Al ser entrevistado al término de la misa, Alfonso Tapia Duarte consideró que el subcomandante Marcos ''tiene objetivos muy distintos a los de Atenco; solamente fue oportunista su presencia y se valió de los acontecimientos para seguir teniendo espacios sociopolíticos en el país, pero la gente de esta comunidad no atiende esos llamados''. Cabe recordar que el pasado 26 de abril Marcos estuvo presente en esta comunidad, dentro de las actividades de la otra campaña, y apenas el pasado viernes 5 regresó.
Para Tapia Duarte, el jefe insurgente ''lamentablemente se ocupa de San Salvador Atenco como un espacio público, pero la gente no comparte sus intereses; en general la feligresía se siente preocupada, atemorizada, pero confío muchísimo en que los pobladores tendrán la fuerza suficiente para sobreponerse a esto. Definitivamente la presencia de Marcos en este lugar no beneficiaría en nada a la inmensa mayoría de la población; solamente a los grupos muy específicos y minoritarios que lo apoyan'', dijo.
Luego llamó a que el delegado zero ''reflexione sobre su postura, que sea más prudente y que no haga presencia, porque lamentablemente podría provocar más daño''.
El párroco pidió a los feligreses ''tener esperanza y entusiasmo, luego de que fueron testigos mudos de la violencia'', y pidió ''por las familias más afectadas por los acontecimientos y la salud de todos los heridos''.
Fuera de la actividad eclesiástica, en San Salvador Atenco todo pareció normal, incluso para los policías municipales, quienes reabrieron su comandancia y realizaron sus rondines acostumbrados.
De los centenares de activistas y estudiantes solidarios con el FPDT, apenas quedaron unos cuantos para dar información y para recibir denuncias. La mayoría se trasladó al penal estatal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, para apoyar a los familiares de los detenidos.