ASTILLERO
Las flores gemelas
Terrorismo (prelectoral) de estado
Alineamiento (patriótico) de medios
AL IGUAL QUE GEORGE Bush en Estados Unidos respecto a la amenaza del terrorismo, el timón yunqueto de la administración foxista ha aprovechado (¿creado, inducido?) circunstancias de violencia politizada (un enfrentamiento de floricultores con autoridades municipales) para instalar un estado jurídico de excepción, fomentar un discurso mediático de histeria derechista y crear coartadas presuntamente patrióticas que garanticen la continuidad del grupo en el poder.
A MENOS DE DOS MESES de las elecciones en que peligra la persistencia de la derecha, el gobierno federal ha instaurado una regresión histórica que pretende desalentar la participación cívica en las urnas y estigmatizar con tintes de terrorismo y desestabilización a los movimientos de izquierda. Como en los peores momentos de la guerra sucia histórica (la larga pesadilla habida en Sudamérica, Centroamérica y, desde luego, en nuestro país), domicilios particulares han sido allanados (obviamente, sin orden judicial de por medio), ciudadanos han sido detenidos, golpeados y torturados (e incluso desaparecidos, como el caso de César del Valle, hijo del principal dirigente del movimiento en defensa de la tierra de San Salvador Atenco, y otro joven, Saúl Ríos Romero, ambos detenidos por policías) y la venganza institucional ha sustituido cualquier pretensión, así fuese hipotética, de justicia.
ESA DEROGACION EXPRESA del, teóricamente tan defendido "estado de derecho" ha contado con la aprobación (electoralmente buscada) de segmentos sociales influenciados por el manejo intencionalmente parcial de medios de comunicación que han concentrado su discurso de exacerbación en el polo de los manifestantes reprimidos (evidenciando los excesos y errores de ese movimiento), sin contrastarlos o complementarlos en igual intensidad con los excesos y errores cometidos por las fuerzas públicas. Nada justifica acciones cobardes e inhumanas como la del presunto atenquense que patea en los testículos el cuerpo inerte de un policía ni en general las de turbas que se ensañan contra uniformados desvalidos o inconscientes (un verdadero espíritu revolucionario, o de justicia social, no puede permitir ni practicar tales bajezas). Pero mucho menos pueden ser permisibles (y aplaudidas) las acciones de delincuencia organizada que a título de revancha ejemplarizante han practicado las fuerzas policiales federales y del estado de México en San Salvador Atenco, pasando expresamente por encima de cualquier ordenamiento legal y desarrollando abiertamente un terrorismo de Estado.
EL DISCURSO DEL MIEDO (enfatizado diariamente en medios de comunicación electrónicos por comentaristas y conductores de noticias que parecieran leer guiones en los que hubiera puntos de "reflexión" obligatorios) no hurga en los orígenes de conflictos como los de San Salvador Atenco sino para recordar que los machetes frenaron un proyecto fundamental del foxismo (el de la construcción de un nuevo aeropuerto) y que a fin de sexenio (aunque no se dice que a unas semanas de unas elecciones delicadísimas para los intereses de ese gobierno) se aplican las leyes y se somete a ruidosos y revoltosos. Pero la histeria fascistoide no va más allá del alegato a favor de la disciplina marcial en la sociedad. Según esos voceadores, el enojo social no tiene causas profundas sino que es resultado de la tardanza del gobierno en meter orden a toletazos, por lo que, en esa lógica, en cuanto las armas policiales se cubran de gloria habrá un México muchísimo mejor.
LOS CANTICOS CUARTELEROS a favor del orden tienen, desde luego, implicaciones electorales. Ya el candidato presidencial panista se ha apresurado a ligar a su adversario perredista con los machetes y la "barbarie", a pesar de que los grupos participantes en Atenco tienen una identificación plena con la otra campaña y el delegado Zero, y a pesar de que éste ha mantenido a lo largo de su gira un discurso abiertamente crítico del lopezobradorismo. Y, aún cuando no hubiera esos aprovechamientos partidistas explícitos, la propaganda que exige mano dura y "respeto a la ley" está abogando ante los ciudadanos por formas de gobierno cargadas a la derecha. Otro flanco preocupante es el que entiende la represión de Atenco como un adelanto de la conducta que el gobierno federal tendría ante eventuales movilizaciones de votantes que no reconocieran los resultados del 2 de julio. Políticas y flores gemelas (parecidas, pero no idénticas) las del foxismo y las del bushismo: inyectar a la sociedad un miedo constante a un enemigo oscuro (inventado, o magnificado) para imponer mecanismos de control que abatan legalidades incómodas y dobleguen disidencias apelando a formas de "unidad nacional" o exigiendo medidas represivas.
ASTILLAS: QUE DICE EL IFE que si por favorcito el presidente de la República se porta "plenamente neutral en sus declaraciones públicas y en las acciones de su gobierno". Es posible que el susodicho presidente tome nota del asunto en cuanto termine de programar y supervisar campañas publicitarias a favor de la continuidad del caballo panista con jinete Calderón. En caso de que el antes mencionado presidente decida dar una respuesta por escrito, la dictará a su taquimecanógrafa Ana Teresa Aranda en cuanto ésta termine de realizar sugerentes visitas nocturnas a la casa del mencionado Felipillo, armada la secretaria Aranda de expedientes pero, según eso, sólo deseosa de tomar café con la presidenta de la Fundación Vamos Felipe, la participativa señora Margarita...El antedicho presidente Fox produjo una versión especial para Tijuana de su famoso éxito denominado "¿Y yo por qué?" Entrevistado por Raúl Ruiz, para el diario Frontera, el mandatario dijo no estar enterado de la ola de secuestros que angustia crecientemente a los habitantes de aquella ciudad fronteriza: "¿Qué secuestros? Yo no tengo ese registro", respondió, sorprendido, el jefe del Estado mexicano. "No tengo la información precisa de eso", agregó... ¡Hasta mañana!
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