El proyecto prevé sanciones de carácter económico, diplomático y militar
Rechazan Rusia y China iniciativa de Francia, EU y GB para congelar el plan nuclear iraní
Nueva York, 6 de mayo. Rusia y China rechazaron hoy el proyecto de resolución de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos que pretende congelar el programa nuclear iraní mediante sanciones de carácter económico, diplomático y militar.
Al salir de una ronda de negociaciones entre los embajadores de las cinco potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad, los representantes ruso y chino confirmaron su inconformidad con partes sustantivas del texto, que hacen referencia al capítulo siete de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El borrador necesita "importantes correcciones", explicó en Moscú el viceministro del Exterior, Sergei Kislyak, quien declinó dar detalles sobre los cambios específicos que propondrá Rusia.
El Consejo de Seguridad invoca el capítulo siete cuando considera que existen amenazas a "la paz y la seguridad internacionales" y, en consecuencia, autoriza las sanciones, inclusive un ataque armado.
En el preámbulo del borrador, presentado el miércoles pasado ante el órgano ejecutivo de la ONU, queda asentado que el programa nuclear iraní constituye una amenaza y un "riesgo de proliferación".
Para avanzar hacia las sanciones, el proyecto propone que una serie de "medidas adicionales" sean aprobadas mediante nuevas declaraciones vinculatorias del Consejo de Seguridad, que especifiquen cada paso.
"Debe haber varios cambios en el texto para satisfacer a todos los miembros", afirmó el embajador chino ante la ONU, Wang Guangya, al salir de la reunión de representantes de los cinco países con derecho a veto (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia). "Creo que tenemos serias dificultades con el capítulo siete y la amenaza a la paz y la seguridad", precisó.
China y Rusia también expresaron su oposición a la fracción del texto donde se solicita a países miembros de la ONU detener la transferencia de tecnología nuclear a Irán, ya que eso implica una forma velada de aplicar sanciones comerciales.
Técnicos rusos asesoran a Teherán en la construcción de la planta de Bushehr, proyecto que data de los años 70 y que fue manejado por la firma alemana Siemens. China e Irán han desarrollado intercambios comerciales recientemente y tienen proyectos comunes en materia energética.
En Moscú, Kislyak explicó que la propuesta de Rusia es "que Irán congele su programa nuclear en tanto trabaja con la Agencia Internacional de Energía Atómica en la restauración de la confianza" de la comunidad internacional sobre sus actividades nucleares.