Sólo se beneficia a trasnacionales: experta
México, al margen de la integración energética
México está quedando al margen del proceso de integración energética que llevan a cabo países de Sudamérica (Bolivia, Venezuela, Argentina y Brasil), al optar por medidas que sólo benefician a grandes trasnacionales y que implican costos muy elevados para la población y la industria nacional pues se incrementa la dependencia hacia las mismas y se pone en riesgo la seguridad energética nacional, alertó Sarai Angeles Cornejo, especialista en energéticos del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Los acuerdos que recientemente han establecido las naciones sudamericanas mencionadas hablan de "una integración encaminada o pensada para el desarrollo de los pueblos porque son los dueños de los recursos y no para la rentabilidad de las empresas trasnacionales y la seguridad energética de Estados Unidos, como México lo está haciendo porque al adoptar todos esos proyectos que mantienen los precios extranjeros de referencia de los energéticos, lo único que hace es garantizar una renta extraordinaria a las empresas trasnacionales, que además están agotando recursos que no son renovables", señaló la investigadora.
Consideró que al país le convendría tratar de establecer "desde ya" acuerdos con Bolivia porque, pese a la distancia que separa ambas naciones, podría obtener gas natural "mucho más barato" del que se importa de Texas, el más caro del mundo, además de que su precio no está sujeto a negociación como sí podría ocurrir con el país sudamericano.
"México está tomando medidas para garantizar el abasto de gas natural que son muy dependientes de las empresas petroleras trasnacionales más grandes del mundo. El problema es que se pone en sus manos la seguridad energética del país en materia de gas natural y, en consecuencia, también de la generación de energía eléctrica", dijo, además de que se queda sin esos recursos ni las ganancias que generan.
Recordó que hasta hace poco México era autosuficiente en gas natural, pero a partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los generadores privados optaron por producir electricidad con ese energético; hay déficit y se ha llegado a una gran dependencia de Estados Unidos porque ahí se compra a precios muy elevados.
Si bien dijo que son recientes los esfuerzos de Bolivia, Argentina, Brasil y Venezuela por desarrollar una infraestructura energética y lograr una integración regional en la materia, destacó la intención del presidente de la primera nación, Evo Morales, por "negociar" los precios del gas a los otros países, "lo cual resultaría imposible con las trasnacionales".
En cambio, planteó, el otro tipo de integración energética que ocurre en el continente es la impulsada por Estados Unidos, regida por los intereses de las empresas trasnacionales. Como gran consumidor de energía que es, ese país pretende garantizarse el abasto de la misma con sus vecinos, es decir México y Canadá.