"La lucha es de años; no empezó por lo del aeropuerto"

El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) surgió en diciembre de 2001, a raíz de la movilización de los habitantes de San Salvador Atenco, quienes se enfrentaron a la campaña del gobierno de Vicente Fox para construir el aeropuerto alterno a la ciudad de México ofreciendo "pagos risibles" por los terrenos de la zona oriente del estado de México.

Tras una sucesión de hechos que obligó al foxismo a declinar la pretensión de edificar la terminal aérea, en agosto de 2002 el FPDT tomó otro derrotero en el proceso de las luchas sociales en México.

En septiembre del mismo año, el frente intentó transformar San Salvador Atenco en un municipio autónomo. Campesinos de seis poblados: San Salvador, Santa Isabel Ixtapa, Nexquipayac, Francisco I. Madero, Acuexcomac y Zapotlán instauraron el 10 de septiembre el concejo popular municipal, órgano autónomo cuyo propósito era regir la atención administrativa y los servicios básicos para la población, sustituyendo al ayuntamiento local priísta, cuyo palacio de gobierno se mantenía cerrado y en poder de los pobladores.

Su intento no prosperó del todo, primero por la ausencia de organización entre los integrantes de este concejo y por la presión ejercida desde el gobierno estatal. Sin embargo, su trabajo se fundamentó principalmente en organizar brigadas masivas para la limpieza y seguridad en las calles del municipio y proyectos para el campo.

Al mismo tiempo, empezaron el proceso para que se cancelaran las 51 averiguaciones previas y las órdenes de aprehensión que las procuradurías mexiquense y General de la República habían iniciado por la movilización campesina. En ese año, el FPDT impidió que se llevaran a cabo las elecciones federales y municipales, por lo que las autoridades acumularon mayor número de denuncias en su contra. Los gobiernos estatal y federal negociaron la cancelación de las demandas a cambio de que el FPDT renunciara a su intención de constituirse en municipio autónomo y entregara la alcaldía.

Finalmente, el 18 de agosto de 2003 el frente cedió a entregar las instalaciones de la alcaldía, 17 vehículos oficiales que tenía en su poder, la Casa de Cultura y el auditorio municipal. Una semana después, la procuraduría estatal informó a los abogados de los ejidatarios, Leonel Rivero y Damián Camacho, del envío a reserva de las 51 denuncias penales -de las federales nunca se informó su destino- en que se implicaba a más de 500 campesinos. A partir de ese momento, el FPDT instaló una mesa de trabajo con los gobiernos federal y estatal para resolver cuatro temas fundamentales: atención a las demandas de salud, educación, campo y problemáticas sociales.

Luego de esto, los líderes atenquenses realizaron varios viajes por distintos estados de la República en apoyo a las organizaciones sociales que los ayudaron en su lucha; incluso estuvieron en Guatemala y El Salvador. Jesús Adán Espinoza viajó a Francia para estrechar relaciones con el altermundista y dirigente de Vía Campesina, José Bové. Esos viajes constituyeron el inicio de hondas diferencias entre los dirigentes del FPDT.

Una de sus participaciones más significativas en un movimiento social ocurrió a finales de 2004, cuando lucharon mano a mano con el Frente en Defensa del Valle de Teotihuacán para evitar la construcción de una tienda de la cadena Wal-Mart en el perímetro C de restricción de la zona arqueológica.

En agosto de ese mismo año apoyaron a los pobladores indígenas de Santa Catarina del Monte de Texcoco que lucharon para la integración de una cooperativa comunal del transporte en la zona, ante el abuso de las líneas en el cobro, lo cual finalmente lograron. Otra de sus participaciones fue en la oposición al proyecto de construcción de la presa La Parota, en Guerrero. En ese tiempo, el frente y su dirigente, Ignacio del Valle, se dedicaron a estrechar sus relaciones con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y su adhesión a la otra campaña.

Una de sus movilizaciones más recientes fue en febrero de este año, cuando retuvieron al director general de Gobernación estatal de la región Texcoco, Rosendo Rebolledo Montiel, y a un agente, como medida de presión para exigir la libertad de su compañero ejidatario Arturo López Frutero, a quien consideraban preso político acusado ilegalmente por el delito de fraccionamiento clandestino y presunto intento de violación.

Hace una semana, el 24 y 25 de abril, el FPDT se reagrupó para recibir al subcomandante Marcos. La noche del martes 24, el delegado Zero dijo a la multitud congregada en el centro del pueblo: "Venimos a reconocerles como nuestros hermanos mayores, porque nos han enseñado también a desafiar al poderoso, a enfrentarlo y a defender con nuestra propia fuerza aquello que nos quieren quitar: la tierra, la libertad y la vida".

JAVIER SALINAS Y RENÉ RAMON; GUSTAVO CASTILLO Y ROBERTO GARDUÑO, CORRESPONSALES Y ENVIADOS