Asistió Elena Poniatowska y firmó ejemplares de su libro El tren pasa primero
El Museo de los Ferrocarrileros abrió sus puertas en la estación La Villa
Hace falta un acervo propio con objetos de los trabajadores del riel, señala su director
Ampliar la imagen Imágenes de los trabajadores del riel e implementos utilizados en el casi desaparecido transporte ferroviario forman parte de la muestra con la que se inauguró, la tarde del lunes, el Museo de los Ferrocarrileros en la antigua estación La Villa Foto: Guillermo Sologuren
Antiguos trabajadores del riel, algunos ataviados con overoles de mezclilla, gorras de maquinista y paliacates rojos alrededor del cuello, recordaron el lunes por la tarde a uno de los gremios que lucha por trascender en la modernidad, durante la apertura del Museo de los Ferrocarrileros, en la antigua estación La Villa.
Aunque el proyecto museográfico está inconcluso, ayer fue inaugurada la exposición Rieleros: el tren en marcha, que refiere la complejidad de la vida social, cívica y profesional de los trabajadores, así como el impacto que tuvo el ferrocarril, sobre todo en el siglo XX.
El Museo de los Ferrocarrileros de La Villa, cuyo director es Salvador Zarco, muestra imágenes y objetos como manómetros de vapor, gorras de maquinista y de conductor, relojes de bolsillo, silbatos, crisoles, yunques, pinzas de fundición y hasta bancas de madera que eran colocadas antaño para que los viajeros esperaran la salida o llegada del tren; también se recrearon el despacho del jefe de estación y la taquilla.
Extinción del oficio de rielero
La estación La Villa dejó de funcionar hace 40 años y hasta hace un mes era ocupada por 200 elementos de la policía auxiliar del DF. Ahora en el recinto se colocó una singular locomotora que data de 1910, la cual recibirá a los visitantes.
En una de las salas se observa la fototeca que detalla la historia de la vieja estación y el origen de los ferrocarriles en México; otra está dedicada a los movimientos sociales del país y su impacto político-económico, donde destacan personajes como Demetrio Vallejo y Valentín Campa.
La mayor parte de la colección pertenece al Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero y del Museo Nacional de los Ferrocarriles y algunas fotografías son del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista.
Al recinto, dijo Zarco, le falta ''un acervo propio de herramientas y objetos de la cultura ferrocarrilera; libros y fotografías para montar una exposición permanente". Añadió que la escritora Elena Poniatowska presentará el libro El tren pasa primero, así como la biografía que escribe la historiadora Begoña Hernández sobre Vallejo.
A la ceremonia inaugural asistieron Alejandro Encinas, Patricia Ruiz Anchondo, Raquel Sosa, titulares de la jefatura del gobierno capitalino, de la delegación Gustavo A. Madero y de la Secretaría de Cultura, de manera respectiva, además de la escritora Elena Poniatowska y ex trabajadores ferrocarrileros.
Una de las más solicitadas fue la autora de La noche de Tlatelolco, quien recibió aplausos desde su llegada a la antigua estación y firmó varios libros de El tren pasa primero. Poniatowska definió a Vallejo y a Campa como ''grandes héroes populares que no debemos olvidar".
En sus discursos, los funcionarios aludieron al movimiento ferrocarrilero, a los sindicatos, al desmantelamiento de Ferrocarriles Nacionales de México, a la nula generación de empleos en el presente sexenio y a los ''afanes del neoliberalismo", que marcaron la extinción del oficio rielero.
(El Museo de los Ferrocarrileros se ubica en Alberto Herrera s/n, colonia La Villa, entre Hidalgo y Aquiles Serdán, cerca de la estación La Villa-Basílica del Metro. Horario de martes a domingo de 10 a 17 horas, con entrada gratuita.)