Deberá canalizar más recursos para la atención "de la migración y la seguridad"
Con la firma de la ASPAN el gobierno se comprometió a modernizar la Armada
La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), en la que participan Estados Unidos, Canadá y México, "debe ser considerada" como el medio que impulsará la consolidación y el desarrollo integral de la Armada en los próximos años.
Así lo afirma la Secretaría de Marina en el documento Armada de México: retos y desafíos, en el cual subraya que la intensificación de las relaciones con los vecinos del norte implicará abordar "con mayor énfasis los aspectos de migración y seguridad", lo que requerirá de una Armada "de respuesta efectiva", para lo cual se necesitará "un notable esfuerzo institucional en todos los órdenes".
De acuerdo con el alto mando, lo anterior significa que, al haber ingresado nuestro país a la ASPAN, la Armada adquirió la obligación de garantizar la seguridad del territorio marítimo que le corresponde. Así, el gobierno federal deberá aportar recursos financieros suficientes para contar con una flota aérea y naval que esté en condiciones de cumplir con los compromisos asumidos.
El documento, elaborado por el alto mando -el cual se hará llegar a los candidatos presidenciales para que conozcan más sobre las necesidades y proyecciones de los marinos-, estipula que la Armada "deberá estar atenta a la constante actualización de sus estrategias, tácticas, recursos materiales y humanos para el cumplimiento de su misión".
Así las cosas, la agenda de seguridad acordada por los tres países implicó para la Armada llevar a cabo o coadyuvar en las siguientes obligaciones:
Crear una capacidad de coordinación análoga con las estructuras y principios existentes en los planes estratégicos nacionales de recuperación, en caso de "un incidente marítimo significativo"; identificar mejoras para la estructura nacional e internacional de los sistemas de seguridad en transportación marítima, e implementar planes para el alertamiento de áreas marítimas respecto de buques extranjeros que naveguen en aguas nacionales y sean sospechosos de representar una amenaza.
Asimismo, efectuar planes que mejoren las operaciones regionales para la seguridad de las aguas contiguas y fronteras marítimas, "asegurando una respuesta efectiva a las amenazas en esas áreas"; atender el contrabando ilícito de drogas en América del Norte; desarrollar estrategias para mejorar el intercambio de información contra amenazas, de acuerdo con el marco legal nacional; crear un grupo de seguridad para el transporte marítimo que incluya a los tres países que integran el TLCAN, "para guiar y coordinar las actividades de seguridad marítima"; desarrollar un programa de auditoría de seguridad en puertos, instalaciones y buques de carga internacional.
De igual forma, "negociar estrategias para la seguridad marítima de América del Norte que pudieran conducir a acuerdos bilaterales e internacionales"; revisar los esfuerzos contra el terrorismo; "categorizar las leyes relacionadas con el terrorismo para direccionar los vacíos legales; desarrollar una estrategia legal para responder cualquier incidente terrorista y para proteger las instalaciones nucleares del área", entre otros.
Para tal efecto, la Armada plantea un programa de modernización y capacitación de sus tropas, que tiene como base establecer un "presupuesto militar" que le asegure recursos a mediano y largo plazos; incrementar la construcción de buques y lanchas interceptoras; instalar radares y bases móviles de lanzamiento de misiles tierra-aire, y adquirir aviones supersónicos (está en proyecto la compra de aviones rusos Sukoi 27 y el fortalecimiento de proyectos de investigación científica y tecnológica, como premisas fundamentales).