Crece repudio católico a El código Da Vinci
Roma, 1º de mayo. El próximo estreno de El código Da Vinci, basada en la novela homónima de Dan Brown y protagonizada por Audrey Tautou y Tom Hanks, ha generado crecientes protestas del Vaticano, inconforme con la versión presentada en la obra de ficción acerca de la vida de Jesús y la Iglesia católica. Hace pocos días, por intervención del vicariato de Roma, fue censurado con una lona negra un gigantesco cartel publicitario que promocionaba la película en la fachada de una céntrica iglesia de la capital italiana. Asimismo, durante su homilía del Viernes Santo, el predicador de la casa pontificia, Rainiero Cantalamessa, criticó públicamente la obra de Brown, al afirmar que "Cristo todavía sigue siendo vendido, ya no al sanedrín por 30 monedas, sino a editores y libreros por miles de millones de monedas". No obstante, el repudio del Vaticano entró en una nueva dimensión el fin de semana pasado, cuando el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Angelo Amato, instó a los católicos a boicotear el filme, al considerar que la historia narrada en El código Da Vinci está cargada de "ofensas, calumnias, errores históricos y teologóficos sobre Jesús, los evangelios y la Iglesia". En un congreso de comunicadores en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, de Roma, quien fue durante años el "número dos" de Joseph Ratzinger en la congregación vaticana comparó el estreno con el de La última tentación de Cristo (1988), de Martín Scorsese. "Espero que todos ustedes la boicoteen", sentenció el prelado.