ITACATE
Boda mixteca
DESDE TLAXIACO SE llega a San Juan Mixtepec, en la Mixteca alta de Oaxaca. La comunidad se prepara para una boda. Los hombres han sacrificado y destazado el borrego para la ''masita", guiso tradicional para el almuerzo que antecede a la boda. Las mujeres adultas limpian las tripas del animal, tarea para la que se requiere destreza; las más jóvenes se encargan de las vísceras más chicas.
YURIBI MAYEK TEMPLOS se acerca tímidamente, deseosa de colaborar; es su primer trabajo de campo como antropóloga. La preparación del borrego es casi ritual, difícilmente se acepta a un extraño. Sin embargo, la ponen a prueba y le permiten integrarse; será su puerta de entrada a San Juan.
LAS PIEZAS DE borrego se envuelven en pencas y se colocan en un hoyo para barbacoa; una olla con chiles secos y maíz quebrado recibirá los jugos de la carne. Al cocerse el maíz se forman unas bolitas de masa, la masita.
EL DIA DE la boda, el plato principal es el mole. Se hace con chiles secos -piquín y guajillo-, cacahuate, almendra, comino y orégano; es muy picoso. Antes de cocer el mole, se esparce cerveza alrededor del fogón, a manera de ofrenda a la tierra.
A CADA COMENSAL se le da una pieza de pollo y otra de res con siete tortillas tlayudas; se le entrega además una ollita para que se lleve como itacate lo que no consuma, porque la porción es abundante. A quienes colaboran en la boda se les dará caldo de res aderezado con hoja santa.
DURANTE LA CEREMONIA se organizan tres filas encabezadas por una persona respetable, elegida por cada grupo: la de la familia de la novia, la del novio y la de los padrinos e invitados; pueden unirse quienes se consideran allegados.
DESPUES DE LA ceremonia religiosa hay un almuerzo en casa de los padrinos, antecedido por un diálogo entre las familias de los desposados. De ahí van a la casa del novio a compartir el mole; antes o durante el banquete se reparten las flores.
AÑOS DESPUES, YURIBI se integrará a un proyecto del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y la Universidad de California, en Santa Bárbara. En Lamont, ubicado en el valle de San Joaquín, se rencontrará con algunos de sus amigos mixtecos, que al reconocerla la invitarán a una boda.
PARA SU SORPRESA, los preparativos y el desarrollo de la ceremonia serán casi idénticos a los que vio en San Juan Mixtepec. Como allá, en Lamont se eligió a un grupo de siete mujeres dirigidas por una experta para preparar la masita y el mole.
EN LA BODA hubo también chilenas y música grupera, así como bebida abundante. Si en la Mixteca se hicieron tlayudas durante día y medio, en California se adquirieron 80 kilos de tortillas para satisfacer a 400 invitados que llegaron de distintos rumbos de Estados Unidos; todos colaboran. Los parientes de México no estuvieron presentes, pues no podían cruzar la frontera.
ASI CONSERVAN NUESTROS hermanos su identidad y cultura a pesar de la distancia. Les debemos no sólo buena parte de las divisas que ingresan a México, sino también la difusión de nuestras valiosas tradiciones.