Fue disímil en los sectores el dinamismo de 2005
Reformas con consensos amplios revertirán rezagos, afirma BdeM
El Banco de México (BdeM) reiteró que la estabilidad es condición indispensable, pero no única, para que la economía logre un crecimiento sostenido. Consideró que el reto es llevar a cabo cambios estructurales que flexibilicen la estructura productiva de la economía y que, de ese modo, impacten positivamente en su crecimiento potencial.
En su Informe anual 2005, el banco central expuso que en ese contexto se hace patente la necesidad de avanzar en la agenda de cambio estructural que está pendiente en México.
''En la medida en que se alcancen consensos amplios y con una visión de largo plazo en materia de reformas, se pueden revertir los rezagos de competitividad que, en los últimos años, ha acumulado la economía mexicana frente a otras economías, y se pueden sentar bases más sólidas para el crecimiento futuro''.
Durante 2005 el crecimiento económico medido a través del producto interno bruto (PIB) registró un avance de 3 por ciento; sin embargo, este dinamismo fue disímil: el sector servicios presentó una expansión significativa, mientras el agropecuario sufrió una caída con elevada inestabilidad a lo largo del año. Por su parte, el sector industrial mostró una expansión moderada, particularmente, en su componente de producción manufacturera.
Pese a ello, en los últimos meses del año pasado algunas actividades industriales adquirieron mayor dinamismo, como la industria automotriz.
El Banco de México reconoció que en 2004 las expectativas de inflación a mediano plazo se incrementaron de manera considerable. Por ello, la junta de gobierno del banco restringió la postura de política monetaria a lo largo de 2004 y en la primera mitad de 2005, con la finalidad de contener el alza en las expectativas de inflación y evitar que se contaminara la determinación de precios en la economía.
En 2005, especialmente en la segunda mitad del año, las presiones sobre la inflación asociadas al alza en los precios internacionales de materias primas se fueron disipando. Explicó que la confluencia de esto y los efectos de las acciones adoptadas en materia de política monetaria dieron lugar a reducciones considerables en la inflación general y en la subyacente.
Así, en 2005 la inflación general anual presentó una trayectoria convergente con el objetivo de 3 por ciento, y a partir de agosto se situó en el intervalo de variabilidad de más/menos un punto porcentual, que se estableció alrededor de este objetivo.
Al cierre del año la inflación anual se ubicó en 3.33 por ciento, lo que implicó una reducción de 1.86 puntos porcentuales respecto del nivel que había registrado en el mismo mes de 2004.
Sin embargo, a pesar de que se han logrado avances importantes en la reducción de inflación, sus expectativas todavía se sitúan por arriba del objetivo de 3 por ciento establecido por el Banco de México. En este contexto, la política monetaria continuará dirigiéndose a propiciar la convergencia de la inflación hacia su meta.