Consecuencia de la derogación de la ley que obligaba a pagar por medios electrónicos
Ya no captarán bancos $7 mil millones por comisiones de gasolina
El SAT complicó a contribuyentes al limitar el uso de vales y regular el manejo de comprobantes, además de que los convirtió en policías fiscales, afirma especialista en la materia
Ampliar la imagen Cobro en una gasolinera por medio de tarjeta de crédito. Distribuidores de combustibles aplaudieron la eliminación de que sea obligatorio pagar con tarjetas o cheques el combustible Foto: Marco Peláez
Los bancos, en su mayoría extranjeros, dejarán de percibir unos 7 mil millones de pesos anuales por concepto de comisiones que ahora no cobrarán a los consumidores de combustibles, después de que el Senado de la República ratificó la derogación de la ley que establecía el pago a través de medios electrónicos para la deducción de impuestos, consideraron algunos analistas.
Las estimaciones realizadas con base en cifras oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre precios y ventas promedio de las gasolinas proporcionan una magnitud del negocio que la Secretaría de Hacienda pretendía transferir a la banca privada.
En el país se consumen anualmente al menos 31 mil 919 millones de litros de tipo Magna, y 6 mil 384 millones de litros Premium. Estos volúmenes de venta se traducen en un valor de mercado de 195 mil 344 millones de pesos por la primera variedad y de 48 mil 263 millones, por la segunda. De allí, los bancos cobraron durante casi cinco meses una comisión que oscilaba entre 3 y 4 por ciento, por lo que por concepto de comisiones obtendrían poco más de 7 mil millones de pesos anuales.
El experto en materia fiscal, Pablo Limón Mestre, consideró que la disposición que sólo tuvo una vigencia de menos de cinco meses resultaba impráctica en su manejo, ya que la carga administrativa de los contribuyentes se aumentaba, las estaciones de servicio no estaban preparadas en su totalidad para recibir los medios electrónicos, mientras los consumidores tenían que absorber los cargos bancarios.
Además, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) complicó más la vida de los contribuyentes al intentar regular lo no establecido por los legisladores. Explicó que la autoridad fiscal, mediante diversas reglas misceláneas limitó la utilización de los vales de gasolina y reguló el manejo de los comprobantes, en lugar de lo que buscaba la disposición de ley, que era que los pagos se hicieran a través de tarjeta de crédito, débito o cheque nominal.
Adicionalmente, convirtió a los contribuyentes y consumidores de combustibles en policías fiscales, pues debían exigir en las estaciones de servicio que aceptaran los medios de pago citados y que expidieran el comprobante con requisitos. Esto originó retrasos por esperar que se cumpliera este trámite en las gasolineras o en el peor de los casos obtener sólo un comprobante no deducible.
Por su parte, la Asociación Nacional de Distribuidores en Combustibles y Lubricantes (Andicolub), a través de su presidente vitalicio, José Antonio Beltrán Mata, aplaudió la determinación de las cámaras de diputados y senadores de aprobar el dictamen por el cual se deroga el pago de los gastos de gasolina por medio de tarjetas de crédito, débito o cheques.
Consideró que volver al esquema anterior de pago en efectivo de gasolina no es la solución, pero la propuesta del SAT estaba destinada al fracaso desde su origen, afirmó.
El presidente de Andicolub reiteró que una medida adecuada sería que las gasolineras expidan recibos con validez fiscal. Sugirió que el SAT analice la posibilidad de que esto suceda al momento que se despache el combustible, como ocurre ya en algunas estaciones de servicio.
''El procedimiento sería similar a los que existen en los módulos de autopago en estacionamientos de centros comerciales y aeropuertos del país'', afirmó José Antonio Beltrán.
Destacó que el principal problema fue adecuar un sistema eficiente de pago de gasolinas por medios electrónicos y deducirlo ante Hacienda.
Sin embargo, ahora se deberá regresar a lo que antes se hacía, que era reunir las notas de compra y llevarlas a facturar a las gasolineras, situación que todavía puede evitarse si el SAT decide permitir a las estaciones de servicio la expedición de recibos fiscales desde las bombas despachadoras para hacer ágil y menos burocrática la deducción de gastos en hidrocarburos.
Los especialistas señalaron que en estos momentos ''quedamos en espera de la publicación en el Diario Oficial de la Federación, y de las reglas del SAT para que deje sin efectos las normas misceláneas relativas a la complicación fiscal en materia de combustibles, que nunca debió salir a la luz''.