Usted está aquí: martes 2 de mayo de 2006 Política México en el siglo XXI

Marco Rascón

México en el siglo XXI

A partir de que México fue atado al destino Manifiesto ha sido un país débil, pobre, envilecido. Del gobierno de Miguel Alemán en 1946 a la fecha y, en especial desde Carlos Salinas, nuestro país fue convertido por los gobernantes y la oligarquía en un gran basurero, en prostíbulo, paraíso fiscal, circo, en la gran maquiladora, consumidor de drogas, bodega de contrabando, con muchos pobres para que se luzcan los ricos piadosos con sus obras filantrópicas. La soberanía fue considerada un estorbo y hasta se prometió un aumento de deuda pública como muestra de buena voluntad de los fariseos locales hacia el gran imperio que nos domina.

Reino donde florece la mediocridad, la ignorancia, las mezclas de ambición y miedo, olvido, falta de convicciones e individualismo; la doble moral, la inconsecuencia, la ira contra cualquier crítica, todo en un batido de justificaciones por "lo menos peor" para hundir el presente y anular la perspectiva.

Todos esperábamos desde la política, desde la vía electoral, ganar terreno gradualmente, pacíficamente, pero sucedió al revés: muchas conductas buenas, de convicciones, se hicieron pragmáticas, se transformaron en luchas sórdidas por el poder, donde compañeros lucharon contra sus compañeros, extinguiendo el sentimiento de solidaridad que reivindicamos desde tiempos de Espartaco. Hoy se pueden dar la mano al criminal y da lo mismo ser derecho que traidor, como diría el tango Cambalache.

¿De dónde vino tanta descomposición? ¿Fue natural o nos la impusieron como condición? ¿Por qué nos igualamos a la condición ética, a los valores y a la esterilidad de aceptar el autoritarismo sobre el pensamiento crítico? ¿Por qué abrazar el conservadurismo a cambio de jirones de poder? ¿Por qué abandonamos la credibilidad en nosotros mismos y aceptamos las reglas de las encuestas? Antes de que esto sucediera, desde el poder se decidió acabar con este país y su riqueza más importante: el trabajo. Primero redujeron el valor, el poder adquisitivo de los salarios; luego arruinaron la economía de las regiones llenando el país de productos vendidos a precios sin competencia. Las regiones productoras se fueron empobreciendo, se dejaron de cultivar los campos, se cerraron fábricas y empezó a extenderse la idea de huir para sobrevivir.

Muchos que lucharon, los más valientes, luego de haber sido abandonados a su suerte, se fueron y construyeron las rutas cruzando el río o el desierto. Uno a uno, sin apoyo ninguno de este país, se fueron. Se fueron tantos y tantos, cada vez en mayor cantidad, que los pueblos se vaciaron, mientras en las ciudades creíamos que no pasaba nada. Se fueron y de manera invisible empezaron a crear una nueva realidad, a tener hijos, a reconstruir familias, y aun así mandaron dólares y se preocuparon de la sobrevivencia de los que se quedaron, los niños y los ancianos.

En los últimos cinco años, la fortuna de un solo empresario, Carlos Slim, pasó de 12 mil millones de dólares a 30 mil millones. A quienes nos quedamos, nos hicieron una "oferta": nos propusieron "democracia" a cambio del país y lo aceptamos. Nos dijeron que esto era la libertad, la modernidad, y muchos instintivamente dejaron de ver y trabajar para cambiar el futuro y se dedicaron a defender el pasado. Resulta que "el cambio" lo hicieron los beneficiarios de la destrucción del país, que a su vez impusieron las reglas en la política, la lucha social y reconstruyeron el viejo partido en el PRD, que había surgido para luchar por la democracia.

Por otra parte, pero de la misma manera, el viejo charrismo sindical se refunda con la bandera de la democracia y la autonomía sindical para seguir manteniendo el control de los trabajadores y seguir ofreciendo salarios baratos. En esta democracia lo peor se está refundando en México.

Cual rayo en cielo despejado, surgió el nuevo 1º de mayo en Estados Unidos contra la fecha impuesta a los mexicanos en el exterior, 5 de mayo, y la oportunidad de ofertas. El boicot y los llamados a estar presentes en ausencia ha generado en pocos días enorme conciencia sobre el valor del trabajo y la identidad. Desde las entrañas del imperio ha surgido la consecuencia de tanta opresión en México y otros países del sur.

Miles de jóvenes se han situado en el mundo que pisan y esto tendrá consecuencias sobre la guerra en Irak, las amenazas bélicas y condiciones para enfrentar el racismo y la intolerancia, si ésta se agudiza en la posibilidad de una recesión futura en Estados Unidos. Si la crisis llega al Imperio, buscarán culpables, pero para entonces ya tendrán lazos construidos en estas jornadas.

En unos días México se hizo doblemente grande y la nación se tornó inmensa, pues ésta llega hasta el último rincón donde hay un trabajador o ciudadano mexicano, consciente de sus derechos.

Por el día de ayer, 1º de mayo, por nuestros migrantes, México ha ingresado en el siglo XXI.

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