Decenas de miles marcharon en las capitales
Con desfiles celebraron el día sindicalistas de Europa y Asia
Ampliar la imagen Al participar en la marcha conmemorativa del 1º de mayo, los más de 25 mil trabajadores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y de la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (FEDESSP) exigieron respeto a la autonomía sindical, rechazaron la intromisión gubernamental en la vida de las organizaciones, condenaron los hechos de violencia y demandaron la renuncia del Secretario del Trabajo, Francisco Salazar Sáenz, por su incapacidad de negociación, que pone en riesgo la estabilidad social y política del país. En el mitin se dejó en claro que nadie puede estar por encima de la ley, por lo que la impunidad es inaceptable, y en el caso del sindicato minero, que la autoridad resuelva conforme a derecho. La manifestación fue encabezada por el profesor Rafael Ochoa Guzmán, dirigente del SNTE: por Víctor Guzmán, dirigente del SNTE; por Víctor López Carranza; por Humberto Dávila y Humberto Félix, de la FEDESSP, entre otros.
Moscú, 1º de mayo. Desde Nepal hasta Rusia y España, en Europa, decenas de miles de personas salieron este lunes a las calles de todo el mundo para celebrar el Día Internacional del Trabajo.
El 1º de mayo estu11vo marcado por los tradicionales desfiles, que en algunos casos desafiaron las prohibiciones de las autoridades. La excepción fue China, donde la "dictadura del proletariado" cedió, desde hace unos años, su lugar al frenesí consumista en el primer día de una semana de vacaciones.
En Rusia, unos 25 mil sindicalistas marcharon en Moscú por un Estado social, donde varios millares de comunistas se reunieron ante el monumento de Lenin, en la Plaza Roja, al grito de "¡Putin dimisión!".
Más de medio millón de personas, según los sindicatos, participaron en Alemania en manifestaciones convocadas en todo el país, como demostración de fuerza antes de las importantes reformas previstas por el gobierno de la canciller federal, Angela Merkel, para fomentar el crecimiento económico.
Miles de personas salieron a las calles de varias ciudades de España bajo el lema "Por la paz, el empleo estable en la igualdad", para expresar su apoyo al proceso de paz en el País Vasco y reivindicar empleos estables.
La policía sueca detuvo en Estocolmo a 130 personas, la mayoría de ellas jóvenes, por los disturbios generados en el marco de la marcha por el Día del Trabajo. Los manifestantes, que marcharon bajo la consigna "Recuperar la ciudad", se vieron involucrados en disturbios que provocaron daños a la propiedad y en algunos casos ataques a la policía.
La convocatoria de los sindicatos de Francia dio lugar a 110 manifestaciones en todo el país contra el trabajo precario, tras la victoria lograda el mes pasado por el movimiento contra el Contrato del Primer Empleo del gobierno del primer ministro, Dominique de Villepin.
En Italia, varios ministros del gobierno saliente del primer ministro, Silvio Berlusconi, fueron abucheados en los desfiles en los que aparecieron. Roma acogió posteriormente un gran concierto frente a la basílica de San Juan de Letrán, donde participaron más de un centenar de artistas.
Cerca de 10 mil personas celebraron el 1º de mayo en tres diferentes puntos en Estambul, capital de Turquía. La mayor concentración tuvo lugar en la parte asiática de la ciudad, en Kadiloy, donde se congregaron unas 7 mil personas. La policía tuvo que intervenir para dispersar una manifestación que no fue permitida en la céntrica plaza Taksim.
Irak no autorizó la celebración de ninguna manifestación pública por temor a que se produjeran atentados.
El temor a la violencia de los rebeldes tamiles también provocó la anulación de las marchas previstas en Sri Lanka, tras un mortífero atentado registrado la semana pasada en Colombo. Sin embargo, esto no impidió que una mina matara a siete personas en el nordeste de la isla.
En Irán, varios miles de personas protestaron en las calles de Teherán por los sueldos atrasados y la precariedad.
En Katmandú, Nepal, las calles se llenaron de trabajadores, una vez más, después de casi tres semanas de protestas en favor de la democracia, ahora para pedir la abolición de leyes sociales impuestas por el impopular rey Gyanendra.
En Camboya, cientos de trabajadores desafiaron la prohibición de manifestarse al desfilar por el centro de Phnom Penh; mientras en Tailandia, miles de trabajadores marcharon hasta la sede del gobierno para exigir un aumento salarial.
Varias decenas de miles de personas se reunieron en Indonesia en las principales ciudades y en la capital, Yakarta. Los sindicatos denunciaron una legislación que autorizaría los contratos de trabajo más flexibles y suprimiría las indemnizaciones al trabajador en caso de ruptura del contrato.