Versión de que De Villepin renunciará por filtrar información contra Sarkozy
Protestas en París contra iniciativa que endurece trato a trabajadores extranjeros
París, 29 de abril. Unos 5 mil manifestantes protestaron hoy en el centro de esta capital contra un proyecto de ley de inmigración del gobierno conservador, que impone condiciones más duras a los trabajadores extranjeros que buscan radicar en Francia.
Las protestas preceden un debate parlamentario previsto para el martes, en el que será discutida una legislación preparada por el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, precandidato presidencial de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
En días recientes, el proyecto legislativo fue criticado por líderes religiosos, grupos de apoyo a inmigrantes y dirigentes de los partidos de oposición de izquierda, por considerar que la norma es xenofóbica, discrimina a los pobres y pretende atraer apoyo de votantes de la extrema derecha hacia Sarkozy y la UMP, con miras a las elecciones generales de 2007.
"Debe haber un equilibrio entre la laxitud irresponsable y la firmeza casi xenófoba", dijo el cardenal Jean Pierre Ricard, quien se reunió esta semana con el primer ministro, Dominique de Villepin, para expresar su preocupación por los términos de la norma propuesta.
La legislación también crearía condiciones más rígidas para que los inmigrantes puedan trasladar a sus familias a Francia y forzaría a los recién llegados al país a tomar clases de francés y educación cívica. También acabaría con el derecho de los extranjeros a reclamar la residencia permanente después de permanecer 10 años en territorio francés.
Mientras las calles de París eran escenario de la protesta contra la ley, unos 40 miembros de una asociación de inmigrantes indocumentados se desprendió de la marcha y ocuparon un templo católico medieval de esta ciudad, conocido como la Santa Capilla, ubicado dentro del Palacio de Justicia.
Por la tarde, unos 60 policías desalojaron el edificio sin que se registraran incidentes violentos, a pesar de la resistencia ofrecida por algunos de los miembros de la asociación, que reclama la liberación de cinco extranjeros que fueron detenidos en abril pasado, durante un acto de protesta en la Agencia Nacional de Acogida de Extranjeros y de Inmigración.
El debate sobre los derechos de trabajadores migratorios cobra fuerza casi un mes después de que fue anulada una reforma laboral que afectaba a menores de 26 años. También ocurre en medio de rumores de que De Villepin -rival de Sarkozy en la contienda prelectoral- podría renunciar al cargo.
Diputados y medios de información señalaron en las últimas horas que la dimisión del jefe de gobierno tendría relación con su presunto involucramiento en la revelación pública de que Sarkozy maneja cuentas secretas personales en el extranjero, por intermediación de la empresa francesa Clearstream, con sede en Luxemburgo, uno de los paraísos fiscales de la Unión Europea.