Desempleo, rezago en ingreso, informalidad y delincuencia, males de los últimos 25 años
Plantea Silva Herzog no conformarse con el "estancamiento estabilizador"
Insta recuperar el crecimiento y puestos de trabajo mediante un Estado promotor
Ampliar la imagen Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda, en imagen de archivo Foto: Cristina Rodríguez
México se encuentra actualmente en lo que se ha llamado el "estancamiento estabilizador", cuando el objetivo esencial de la política económica de un país como el nuestro debe de ser el desarrollo económico y la generación de empleo, como única fuente real para mejorar el bienestar de la población, y esto no ha sucedido, aseguró Jesús Silva Herzog.
Silva Herzog, quien fuera secretario de Hacienda en el periodo 1982-1986, reconoció que el comportamiento económico de México no ha sido satisfactorio en los últimos 25 años. El ingreso por habitante ha permanecido prácticamente estancado y el desempleo creciente ha conducido a un aumento de la economía informal, a mayores corrientes migratorias y un aumento en los índices de delincuencia.
El ex funcionario afirmó que en sentido contrario, la inflación ha sido controlada, el déficit fiscal es desde hace varios años inferior a uno por ciento, como proporción del producto interno bruto (PIB); son logros macroeconómicos. El ex titular de Hacienda participó en la presentación del libro Economía política del México contemporáneo: Homenaje a Ifigenia Martínez, realizado en la sede del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Somos, dijo, uno de los países mejor portados en materia de finanzas públicas. Estados Unidos van a cerrar en este año con un déficit fiscal probablemente cercano a 5 por ciento del PIB y algo semejante ocurre con Alemania, Francia, Italia y Japón, que nos hacen recomendaciones de política económica. "Tal parece que nos dicen haz lo que te digo y no lo que hago y nosotros nos estamos debatiendo en los últimos meses y años en que el equilibrio fiscal debe ser de 0.2 o de 0.3 del PIB o, como se plantea ahora en 2006, un presupuesto equilibrado".
La tasa de interés se ubica en 7 por ciento, el tipo de cambio mantiene una cierta estabilidad, la deuda externa se ubica en niveles manejables y tenemos reservas internacionales superiores a los 70 mil millones de dólares. "Hemos obtenido el grado de inversión por las calificadoras internacionales y el llamado riesgo país se ubica en niveles mínimos históricos. Son logros sin duda importantes".
Jesús Silva Herzog consideró que el equilibrio macroeconómico ha sido un objetivo. La estabilidad sí debe mantenerse, pero como un medio y no como un fin, por lo que es necesario recuperar el crecimiento y el empleo mediante un Estado promotor, expuso.
Más adelante, señaló que la economía mexicana tiene poco que ver con la de antes. "Tal parece que habláramos de dos países diferentes; hace 50 años el PIB crecía con gran dinamismo y aumentaba a 6 por ciento en términos reales y el producto por habitante crecía alrededor de 3 por ciento por año".
El modelo, añadió, era el de crecer para adentro con una fuerte intervención del Estado en la vida económica del país. "No me cabe la menor duda que el modelo de sustitución de importaciones en boga en aquellos años obtuvo logros importantes. Sin embargo, se mantuvo por un lapso demasiado largo, fue demasiado generalizado y excesivo".
Algo muy similar ha ocurrido con la política de apertura comercial que ha sido muy apresurada, demasiado generalizada y en exceso.
Por su parte, Ifigenia Martínez, maestra emérita de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional, afirmó que la explicación de haber aceptado un proyecto contrario al interés nacional radica en el ámbito del régimen presidencialista y de partido de Estado que adoptó una doctrina para permitir el auge del capital trasnacional y de una clase social minoritaria, vinculada con el sector exportador y los grupos financieros y de poder mediático que detentan una parte importante de la riqueza productiva del país.
En el libro asegura: "El Presidente debe estar consciente de la realidad del poder político y económico y contar con un diagnóstico preciso de la economía nacional para detectar los focos rojos, analizar los resultados y adoptar decisiones adecuadas para cumplir la oferta pública que lo llevó al poder".
En el homenaje a la maestra Ifigenia Martínez estuvieron presentes como ponentes, además del ex secretario de Hacienda, Benito Rey Romay, ex director del Instituto de Investigaciones Económicas; Gregorio Vidal, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana; Porfirio Muñoz Ledo, del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Globalidad (Celag), y como moderadora Alicia Girón, quienes dieron un fuerte aplauso en recordatorio de Armando Labra, economista recientemente fallecido.