Usted está aquí: sábado 29 de abril de 2006 Opinión El enfrentamiento

Luis Javier Garrido

El enfrentamiento

El enfrentamiento entre los trabajadores mineros de México y el gobierno neoliberal y represivo de Vicente Fox está abriendo un nuevo escenario político en el país, en el que están en juego dos cuestiones básicas para todos los mexicanos: los derechos de los trabajadores y los derechos de la nación sobre sus recursos estratégicos.

1. La crisis de fin de sexenio ocasionada por el fracaso de las políticas de Vicente Fox y el creciente encono popular, que se está agravando por la desesperación de éste y de los yunquistas al darse cuenta de que van a perder las elecciones presidenciales, es ahora de carácter político, por las múltiples violaciones legales que Fox y sus amigos están cometiendo, dándole al proceso el carácter de verdaderas elecciones "de Estado", pero es también, y sobre todo, de índole social, porque tras la explosión en la mina de Pasta de Conchos en febrero, se ha lanzado por la vía de los hechos, y al margen del marco legal del país, a una estrategia desbocada que busca imponer en el sector minero las medidas y programas neoliberales ordenados por el Banco Mundial, que suponen terminar con los derechos sociales y colectivos de los trabajadores y con el papel de su organización gremial: el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM).

2. El enfrentamiento del gobierno de Vicente Fox con los trabajadores mineros de México no es, por consiguiente, como pretenden los medios, en torno a la permanencia de Napoleón Gómez Urrutia al frente del sindicato, sino por algo de mucha mayor trascendencia. La imposición de un líder charro azul busca acelerar el proceso de desmantelamiento del sindicato, a fin de abrir la vía para que las trasnacionales aliadas al grupo de Carlos Salinas de Gortari se apoderen plenamente de las riquezas mineras del subsuelo mexicano, cuya explotación ahora supuestamente sólo les está concesionada, y ya con un marco laboral de hecho en el que los trabajadores habrían perdido los derechos por los que lucharon durante más de un siglo.

3. La lucha de los trabajadores mineros y metalúrgicos en 2006 es también, por lo mismo, y de manera fundamental, una lucha clave en defensa de los intereses de la nación.

4. El conflicto ha sido generado por Fox y no sorprende por lo mismo que todos los días mienta de manera desaforada, tratando de engañar a los mexicanos sobre su responsabilidad y sus pretensiones. Fox, al contrario de lo que dice hipócritamente todos los días, y lo reiteró el miércoles 26, a lo largo de su gobierno se apoyó siempre en las estructuras del viejo corporativismo priísta, a cuyos líderes solapó y siguió financiando con las viejas prácticas corruptas de siempre, para que le fueran funcionales en el proceso de privatizaciones y de reconversión del Estado mexicano. De ahí que de manera sistemática lo respaldaran el charro Víctor Flores, del Congreso del Trabajo; el charro Leonardo Rodríguez Alcaine, de la CTM, y a su muerte su sucesor, el corrupto Joaquín Gamboa Pascoe; la charrísima Elba Esther Gordillo, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; o el capo del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, a quien le condonó lo defraudado en el Pemexgate y le otorgó otros tantos millones en 2005 a cambio de su respaldo a la privatización de Pemex.

5. La campaña que lleva a cabo el gobierno a escala nacional e internacional tratando de exculpar a Fox por la represión a los trabajadores de Lázaro Cárdenas el jueves 20, intentando arrojar la responsabilidad por el baño de sangre al gobierno michoacano, ha fracasado, porque los hechos desmienten a Fox, evidenciando que fueron él y sus colaboradores los que decidieron, planearon y ejecutaron el operativo represor. Los videos y fotografías han mostrado que la policía de Michoacán disparó a matar, pero que en ese operativo federal dirigido desde la Secretaría de Gobernación también lo hicieron miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de los otros cuerpos represivos, entre los que se hallaban destacamentos de la Marina Nacional, muchos de los cuales también iban armados, todo lo cual desmiente a Fox, al vocero presidencial y al secretario de Seguridad Pública, que luego de su acción criminal han quedado no sólo como represores sino una vez más como mentirosos, al tratar de eludir cobardemente su responsabilidad.

6. La responsabilidad criminal fundamental es de Fox, quien montó el operativo, y también de sus colaboradores y ahora cómplices Eduardo Medina Mora (secretario de Seguridad Pública), Carlos Abascal (secretario de Gobernación) y su testaferro Francisco Javier Salazar (secretario del Trabajo y Previsión Social), pero ello no exime de culpa a los funcionarios michoacanos. Fox, como resulta evidente, le solicitó al gobernador Lázaro Cárdenas Batel que coadyuvara al trabajo sucio, y ahora a la manera priísta, busca adosarle toda la culpa para blanquear su imagen. Cárdenas Batel es traicionado de tal suerte por Fox, al que sirvió de manera obsecuente en todos estos años, en especial en 2004, ayudándolo al despojo de propietarios de Zamora para poder edificar una magna obra capricho de Marta Sahagún, y en 2005 a despojar a varias comunidades campesinas para que la "pareja presidencial" se adueñara de manera fraudulenta de la bahía michoacana de El Tamarindillo (Proceso 1470), y este es un ejemplo más del estilo foxiano de ejercer el poder.

7. El enojo y desprecio del sector empresarial hacia Fox viene por consiguiente de que con sus acciones ineptas tendientes a imponer por la vía de los hechos la "reforma estructural" en materia laboral que el Congreso no le ha aprobado -y que supone cancelar los derechos de los trabajadores y destruir al SNTMMSRM, que es uno de los más importantes sindicatos nacionales de industria del país, para que los empresarios del sector minero acrecienten sus beneficios-, lo único que ha logrado es que se paren labores en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas por varias semanas. con pérdidas multimillonarias para la empresa, y que se genere un mayor conflicto social, esta vez en todo el país.

8. El malestar de los sectores más conservadores es también por el fracaso de la operación represiva, que contribuye a exhibir en toda su felonía al régimen foxista, y que se debió sin duda al valor y a la conciencia de los más de 3 mil trabajadores de la sección 271, lo que hace a los grupos privilegiados añorar al régimen priísta y a la eficiencia que creen tenía entonces la PFP, como fue según Ciro Gómez Leyva la mostrada en la ocupación policiaco-militar de Ciudad Universitaria para romper la huelga en 2000 (Milenio Diario, 24 de abril), ya que la represión fracasada en Lázaro Cárdenas no hace más que mostrar, una vez más, que las prácticas del priísmo y del panismo son las mismas, deslegitimándose al régimen y evidenciándose que no hay transición democrática alguna.

9. En la primavera de 2006, marcada por la otra campaña y por la lucha de los trabajadores mineros y metalúrgicos, se abre una nueva fase en la historia de las luchas sociales de México. El primero de mayo la movilización de los trabajadores va a ser en torno de la defensa de sus derechos fundamentales, que las contrarreformas neoliberales buscan cancelar, pero también y fundamentalmente en defensa de la autonomía sindical y de sus organizaciones, que mañosa pero torpemente el gobierno foxista ha buscado destruir.

10. El enfrentamiento actual es decisivo, pues de la capacidad del movimiento obrero de resistir el embate del neoliberalismo, y de poder reconstituirse en este marco adverso sobre bases democráticas, depende en mucho el futuro inmediato del país.

 
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