Naciones industrializadas comprarán "bonos de carbono" a Estados pobres
El calentamiento global, fuente de ingresos para países en desarrollo
Ampliar la imagen Humo y polvo emanan estas chimeneas de un complejo químico en Xiangfan, provincia de Hubei en la parte central de China. El gobierno chino, en una acción inusual, reconoció que la contaminación del agua y el aire provoca tensiones sociales, protestas y riñas. Los países desarrolados podrán invertir en las naciones pobres para reducir la polución y combatir el calentamiento global Foto: Reuters
Buenos Aires, 27 de abril. El calentamiento global, por medio del mercado de carbono, ofrece nuevas oportunidades de inversión, con las que se busca reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero, que ya están generando en varios países latinoamericanos reuniones de negocios y presentación y puesta en marcha de proyectos.
En particular los países en vías de desarrollo pueden verse beneficiados por el flujo de capitales para nuevas inversiones, a cambio de las cuales los países industrializados obtendrán bonos de carbono para cumplir con sus metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, establecidas en el Protocolo de Kyoto.
En este escenario, el Banco Mundial (BM), que ya viene trabajando en el tema de cambio climático desde 1991, asumió un importante papel en "la creación de un marco para energía limpia y desarrollo sostenido, incluyendo inversión y financiamiento", señaló recientemente Alieto Guadagni, director ejecutivo alterno del BM para Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Bolivia.
Según explicó el líder sectorial en Medio Ambiente y Desarrollo Socialmente Sustentable del BM para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, Carter Brandon, "la instrumentación del Protocolo de Kyoto implica la reducción de emisiones por parte de países industrializados en unos mil 200 millones de toneladas de carbono por año entre 2008 y 2012".
El protocolo, acordado en 1997 durante la tercera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático, establece, complementando las medidas que los países puedan aplicar a escala nacional, tres formas para ayudar a alcanzar los objetivos de reducción: el mecanismo para un desarrollo limpio, la aplicación conjunta y el comercio de derechos de emisión.
El mecanismo para un desarrollo limpio tiene como propósito ayudar a los países en vías de desarrollo "a lograr un desarrollo sostenible" y contribuir a reducir el calentamiento global, a la vez que les ofrece a los países industrializados "dar cumplimiento con sus compromisos cuantificados de limitación", dice el protocolo.
Esto permite a entidades gubernamentales o privadas de países desarrollados poner en práctica y financiar proyectos de reducción de emisiones en naciones en vías de desarrollo, que se verán beneficiados por transferencia de recursos financieros y tecnología.
Debido a que los países con compromisos de reducción pueden acreditar un tercio de los mismos con proyectos del mecanismo de desarrollo limpio, y teniendo en cuenta que el precio futuro proyectado del carbono es de 10 dólares por tonelada, se estima en 4 mil millones de dólares el monto del mercado.
Entre los proyectos se destacan los de energía renovable, como biogás, energía eólica, biomasa, así como también la reforestación y el manejo de residuos sólidos. Son estos últimos los que mayor tasa de retorno tienen, al permitir una mayor reducción de emisiones.
El BM previene un aumento del financiamiento del carbono en el Cono Sur -Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile- de 4 millones de dólares en los pasados dos años a entre 75 y 100 millones en los próximos dos, según Brandon. El incremento estará dominado por inversiones en sistemas de energía hidroeléctrica, residuos sólidos y procesos industriales.
El organismo multilateral administra nueve fondos, entre ellos el Prototype Carbon Fund, con 180 millones de dólares, y el Umbrella Carbon Facility, con más de 900 millones de dólares, indicó Roberto G. Aiello, especialista técnico de la Unidad del Financiamiento del Carbono del BM, durante un seminario desarrollado en abril en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Los países industrializados recibirán créditos en forma de reducción certificada de las emisiones, expresados en toneladas de dióxido de carbono. Estos pueden ser usados para compensar las propias emisiones excedentes de gases de efectos invernadero o para venderlos a otro país.