Dos hacendados brasileños ordenaron el crimen
Condenan al intermediario en el asesinato de una misionera de EU
Brasilia, 27 de abril. En lo que hoy fue valorado positivamente por organismos de campesinos y de derechos humanos, un jurado del norte de Brasil resolvió el miércoles anterior condenar a 18 años de prisión a un hacendado sospechoso de ser intermediario en la ejecución del asesinato de la misionera estadunidense Dorothy Stang, perpetrado en febrero de 2005.
Amiar Feijoli Tato Cunha, tercer sospechoso del asesinato de Stang, fue sometido en la ciudad de Belem (estado de Pará, norte) a un juicio de 11 horas y al final recibió del jurado -integrado por siete personas- una condena de 27 años por homicidio doblemente calificado, aunque resultó aliviado por la ley de delación premiada.
La decisión anunciada por el juez Claudio Montalvao fue celebrada por los hermanos de Stang y representantes de grupos de derechos humanos y campesinos.
Tato confirmó que fue responsable de haber intermediado en el crimen, pues conectó a dos terratenientes de la región con dos pistoleros que asesinaron a Stang en Anapu. Su admisión del crimen le valió la reducción de la pena en nueve años.
El acusado, que lloró en la sala, reveló los nombres de los dos hacendados que ordenaron el crimen, Valmiro Bastos de Moura y Regivaldo Pereira, quienes también serán juzgados este año.
Los autores materiales del asesinato, contratados por 50 mil reales (unos 23 mil 600 dólares), fueron juzgados y condenados el 10 de diciembre en el mismo tribunal de Belem. Rayfran das Neves, autor de los disparos, recibió 27 años de prisión y Clodoaldo Batista, su cómplice, 17 años.