Afirma que el dedazo en el instituto es cosa del pasado
Arsenio Díaz cree que Fonacot ya no será caja chica del gobierno
El Fondo de Fomento y Garantía para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot) no volverá a ser nunca más una "caja chica" del gobierno, ni tampoco su director podrá ser elegido mediante dedazo, debido a que se blindó este organismo para evitar los errores del pasado, se reconvirtió en instituto y ahora buscará su proyección internacional, la ampliación de sus facultades y novedosos esquemas para financiar inclusive a los trabajadores mexicanos que se encuentran en otros países.
Arsenio Díaz Escalante, director del Fonacot, informó ayer en conferencia de prensa las nuevas atribuciones que tendrá el organismo, ahora, en su calidad de instituto, y dijo que llegue quien llegue a la Presidencia de la República, tendrá que nombrar a un director con una experiencia mínima de cinco años en puestos de alto nivel dentro del sistema financiero mexicano, ya no podrá tener funcionarios improvisados.
Adelantó que ahora el Fonacot se proyectará para buscar alianzas estratégicas con organismos nacionales e internacionales, por ejemplo con instituciones europeas, como cajas de ahorro; podrá dar financiamiento conjuntamente con instituciones bancarias y empresariales; buscará dar apoyo financiero a los migrantes, y revivirá las tiendas sindicales.
Sobre este punto el funcionario explicó que se establecerá una franquicia de tienda Fonacot, que se abrirán en los lugares como las zonas mineras, textiles, etcétera para que los trabajadores puedan tener acceso a bienes de consumo y ahora vivienda. Este proyecto ya está siendo negociado con organizaciones sindicales como la Confederación de Trabajadores de México.
Entre las nuevas operaciones que se buscará para el Fonacot, estará también la de que pueda financiar el enganche para la adquisición de vivienda; la compra de vehículos nuevos; apoyos de largo plazo para el establecimiento de talleres familiares y créditos para la autoconstrucción.
El funcionario explicó que se trata de redimensionar del instituto, que junto con la expedición de tarjetas de crédito para los trabajadores lograrán crear una nueva infraestructura financiera del organismo.
Hizo ver que ahora la institución tendrá patrimonio y personalidad jurídica propias, será organismo descentralizado, contará con un reglamento y un estatuto orgánico; tendrá flexibilidad para incursionar en todos los servicios financieros que los trabajadores demandan; podrá tener financiamiento primordialmente por medio del Mercado de Valores y contará con un consejo directivo tripartita.