MEXICO SA
Usa el gobierno los programas sociales con fines electorales
Incorporación a cambio de votos
Las rebanadas del pastel:
CONSTANTE A LO largo del "cambio", el discurso oficial nada tiene que ver con la realidad. Escondido bajo 20 piedras durante cuatro meses -mientras públicamente los funcionarios insistían en "el compromiso de no utilizar la política social con fines electorales, amén de estar protegida y blindada"-, una investigación financiada por la Secretaría de Desarrollo Social demuestra que el gobierno foxista y el Partido Acción Nacional han utilizado los programas de "combate a la pobreza" precisamente con tales fines.
DESDE EL PASADO 20 de diciembre concluyó dicha investigación (Monitoreo de programas sociales en contextos electorales, financiada por la Sedeso y a cargo de Berumen y Asociados, Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Fundar, Centro de Análisis e Investigación, y Probabilística) y sus resultados (junto con las recomendaciones para detener el uso político de tales programas) puntualmente fueron del conocimiento de la entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota (hoy coordinadora de la campaña electoral de Felipe Calderón), quien lo único que hizo, como su relevo en el cargo, Ana Teresa Aranda, fue esconderla bajo 20 piedras.
DESDE AQUELLA FECHA tal investigación (118 cuartillas) debió ser conocida y analizada por el Consejo Consultivo de Desarrollo Social (un órgano consejero de la Secretaría de Desarrollo Social, de participación ciudadana y conformación plural, de acuerdo con el decreto presidencial del 19 de julio de 2004, también firmado por Vázquez Mota), pero la actual coordinadora de campaña del Felipillo y su sucesora, Ana Teresa Aranda, la ocultaron. Sólo las reiteradas denuncias de sus autores obligaron a que dicho Consejo sesionara (24 de abril) con cuatro meses de retraso.
CUANDO VAZQUEZ MOTA renunció al gabinetazo para irse a la campaña del Felipillo aseguraba: "No seré parte de un juego sucio ni daré uso electoral a la información de los programas sociales del gobierno federal, los cuales tienen suficiente blindaje y están aislados de las campañas electorales como para que puedan ser utilizados en beneficio de un candidato presidencial... no me prestaré al juego sucio", un discurso en línea con el del inquilino de Los Pinos.
SIN EMBARGO, EL Monitoreo de programas sociales en contextos electorales pone en tela de juicio tales afirmaciones: "se observa que sí ha existido un uso político de los programas sociales federales y que, aunque este uso fue pequeño, en una competencia electoral intensa como la que se espera en 2006 y la existencia de vacíos de control en la ejecución de los programas, pueden llevar a un uso político igual al observado o más intenso, como en el caso de Veracruz (la investigación se basó en cuatro estados con procesos electorales, estado de México, Nayarit, Veracruz y Tlaxcala). Si se proyectan las cifras que se obtuvieron en la encuesta y se construye un escenario utilizando algunos supuestos conservadores, se puede pensar que la población que podría recibir ofertas clientelares, incluyendo la incorporación a programas sociales, durante el proceso electoral de 2006 podría ser entre uno y 4 millones de votantes. Estas cifras sólo se refieren a las personas que podrían recibir alguna oferta clientelar.
"SE ENCONTRO UN vacío de control importante en la ejecución de los programas a nivel localidad o beneficiario final (que) ha sido aprovechado para corrupción y abuso de beneficiarios, y puede muy bien servir para el uso político de los programas. De hecho, la existencia de corrupción o la solicitud de cuotas a los beneficiarios es una de las variables importantes para explicar el uso político de los programas. Aunque las irregularidades con fin político reportadas por los beneficiarios son menores, pueden crecer en un contexto electoral competido. En el total de los cuatro estados, sólo 2.6 por ciento del total de beneficiarios fue objeto de alguna de las acciones de uso político. El uso político es diferente por programas y es más común en el caso del de adultos mayores; los beneficiarios de apoyo alimentario son los que reportan menos acciones de este tipo".
LOS USOS POLITICOS de los programas más importantes son vincular el beneficio a algún partido político, solicitar a los beneficiarios que asistan a algún acto o mitin y amenazar con el retiro del programa para lograr el voto por un partido. En general, se observa más uso político del programa de adultos mayores, con diferentes solicitudes o amenazas. "Uno de los hallazgos más importantes es que, en general, la incorporación a programas sociales es la segunda oferta clientelar en importancia. Entre 2 y 3 por ciento de la población total entrevistada en cada estado recibió ofertas de incorporación a programas sociales a cambio del voto. Dentro de las ofertas de programas de ayuda, las hubo locales y federales. Los programas que más se ofrecieron para obtener el voto de los beneficiarios en los cuatro estados fueron, en orden de importancia, los relacionados con apoyo a madres solteras, adultos mayores, becas, créditos a la vivienda y Oportunidades. También se ofrecieron el de apoyo alimentario y el seguro popular. Entre la gente que recibió ofertas de programas sociales, alrededor de 61 por ciento terminó inscrita en los programas. En relación con la entrega de los bienes de ofertas clientelares, alrededor de 30 por ciento de los entrevistados en los cuatro estados reportaron que fue un líder o promotor político quien los entregó, y 12 por ciento que se los entregó un funcionario del gobierno, particularmente en Veracruz".
EL BLINDAJE, PUES, tan sólido como el "cambio".
QUE SIEMPRE SI se puede, aunque sea en pleno proceso electoral. Un mes atrás, el inquilino de Los Pinos fustigó a quienes proponen reducir el precio de la gasolina (y de la electricidad), porque "equivaldría a aceptar que nos den una torta para seguir con hambre al siguiente día... no busco ganar imagen con promesas o visiones cortoplacistas, entregando regalos o dádivas", decía Vicente el congruente. Ayer, sin embargo, regaló tortas y redujo (6 por ciento) los precios de las gasolinas en la frontera norte.