"Salazar Sáenz obstaculiza un posible acuerdo"
Al gobierno se le salió de las manos el conflicto, dice el SME
Los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) realizarán un paro de labores durante cuatro horas y media el próximo viernes, con el propósito de apoyar la demanda de respeto a la autonomía sindical y en protesta por lo ocurrido la semana pasada en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas (Sicartsa), en Michoacán, informó Martín Esparza Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quien aseguró que al gobierno el conflicto minero "se le salió de las manos".
En entrevista, Esparza Flores detalló que dicho paro se realizará en las cinco entidades en que proporciona servicio LFC, esto es Distrito Federal, estado de México, Hidalgo, Puebla y Morelos, y agregó que el cese de labores lo realizarán desde las 13:30 a las 18 horas. "Entraremos una hora antes a laborar, sacrificaremos la hora que tenemos para los alimentos, y en realidad estamos sacrificando tiempo que tenemos convenido en el contrato colectivo para podernos sumar a la jornada de lucha el próximo viernes".
Destacó que el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Francisco Salazar Sáenz, debe renunciar, porque obstaculiza la posibilidad de que se llegue a algún acuerdo.
Según Esparza, quien también confirmó la participación del SME en la manifestación del lunes primero de mayo, Salazar "no tiene nada que hacer" al frente de la STPS. "Cada vez hay más voces que piden que el presidente (Vicente Fox) lo ponga en la calle, porque es responsable de este conflicto, porque en lugar de mediar tomó partido hacia los empresarios. Si no se va este señor, difícilmente se instalará una mesa de diálogo".
Sobre la no aparición de Napoleón Gómez Urrutia, el líder del SME consideró que "no están dadas las condiciones para que se presente", y aclaró que aunque el gremio que dirige no participa en las manifestaciones para apoyar al depuesto líder, sino por la defensa de la autonomía sindical, es evidente que las acusaciones del gobierno en contra del ex dirigente podrían no tener sustento, porque "hasta ahora no han mostrado pruebas, no logran órdenes de aprehensión".
Calificó de "indignante" la forma en que el gobierno ahora "reprime a los trabajadores", por lo cual una de las principales exigencias el primero de mayo será "alto a la represión", pero también se exigirá la destitución de Salazar y el respeto a la autonomía sindical.